La saltadora con garrocha Yarisley Silva añadió a su palmarés una actuación vedada para las competidoras oriundas de los países llamados del Sur
Por ABELARDO OVIEDO DUQUESNE
Fotos GETTY IMAGES Y RAFAEL TORRES

Una de las nuevas integrantes del selecto grupo es la saltadora con pértiga Yarisley Silva, que hace rindió una encantadora demostración en el encuentro deportivo de la juventud celebrado del 27 de julio al 12 de agosto en Londres. Allí logró el subtítulo con 4,75 metros y se ratificó como la primera mujer negra, latinoamericana y cubana que obtiene esa cota en el planeta.
En la ciudad que reposa en las márgenes del río Támesis la muchacha también suscribió un acontecimiento perdurable, porque el rendimiento alcanzado es mejor que el logrado por la norteamericana Stacy Daguila (4,50) en la Olimpiada Sydney 2000; y similar al rubricado por la rusa Svetlana Feofanova, subtitular en Atenas 2004 y en Beijing 2008, medalla de bronce.
Además, en medio de un clima difícil, especialmente para los caribeños, tuvo un desempeño envidiable. Como sobrepasó la altura de 4,45 en el segundo intento, ello le restó posibilidades para acceder al trono pues quedó empatada con la norteamericana Jennifer Suhr. La muchacha vulneró en la primera incursión 4,55; 4,65; 4,70; y en el segunda tentativa 4,75 metros. Tras el desenlace dijo al periodistas del sitio digital JIT: “Fue una competencia dura, con un poco de frío y lluvia en el comienzo. Mucho viento en contra y realmente todas necesitamos de una fuerza muy grande”. Sobre el desafío a 4,75 metros apuntó: “Resultó el más difícil. Estoy trabajando con una pértiga nueva, pero en las prácticas mi entrenador me da un “toquecito”, y ahora tenía que hacerlo sola. Había tensión…Que si llegaba o no a la vertical”.
La competencia dejó una leyenda y fue el desempeño de Yelena Isinbaeva, campeona olímpica en Atenas 2004 y Beijing 2008. La plusmarquista del orbe (5,06) quedó tercera con 4,70 metros. La muñeca de Volgogrado mostró alegría por ese rendimiento, pues despidió el ciclo con una medalla. Esta fue su trayectoria en los campeonatos mundiales de ese periodo: Berlín 2009 (No marcó); Doha (bajo techo-4,60-4to); Daegu 2011 (4,65-6to).
La atleta había afirmado previamente que abandonaría el deporte después del Mundial del 2013 que acogerá Rusia. Pero cambió de parecer. Intentará el desquite. Lo declaró mediante la agencia británica Reuters: "He decidido ir a Río 2016. Competiré en en Moscú. Después descansaré, no sé cuánto tiempo, y posteriormente volveré para recuperar allá mi medalla de oro".
Silva fue a más.
Antes de viajar a la urbe donde radican el Palacio de Westminster y la Torre de Londres, dos monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad, BOHEMIA visitó a la atleta en el Estadio Panamericano, su centro de entrenamiento. Yarisley conversó con pasión sobre los temas: “Hasta 1996 fui alumna de eventos combinados en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE: sigla en altas y bajas) Ormari Arenado. Mi tía, María Caridad Rodríguez, y un profesor de pértiga me convencieron para que practicara. Desde los primeros días sentí una gran satisfacción, porque recibía un constante estímulo e indicaciones técnicas. Eso posibilitó que mejorara en un corto tiempo y superara 2,30 y 2,50 metros.
El debut competitivo fue en la categoría 14-15 años. Salté 2,60 y logré la medalla de plata en unos Juegos Escolares. Como juvenil obtuve el título con 2,90. Ingresé en el primer equipo del patio en 2001 y sobrepasé los 4,10 en el campeonato nacional Copa Cuba”.
Perfiles de la brega
“Durante la temporada de 2007 empecé a crecer deportivamente y a confiar en que podía llegar lejos. Como tenía un implemento de mayor calidad, sobrevolé los 4,40 en un entrenamiento; y en los XV Juegos Deportivos Panamericanos de Río de Janeiro logré la medalla de bronce con diez centímetros menos.

“Superé muchos obstáculos y remarqué mi clase ante la mirada de muchas personas relacionadas con el atletismo para ganarme su confianza. Por esa época aprendí algunas frases importantes para la vida: 'Lo que no te mata, te fortalece', 'El hombre no se mide por las veces que se cae, sino por las que se levanta'”.
Inolvidable segunda parte
Algunas competencias de los XVI Juegos Deportivos Panamericanos carecieron de los duelos esperados, porque sus protagonistas declinaron asistir a Guadalajara. No obstante, los mano a mano confirmados deleitaron a los mexicanos que concurrieron al estadio Telmex. Uno de ellos fue la porfía escenificada entre la cubanita y la brasileña Fabiana Murer, titular en la décimotercera lid del orbe escenificada en Sudcorea.
Mientras Silva pasaba con limpieza la varilla situada a 4,30, 4,40, 4,50, 4,60 metros, la sudamericana repasaba mentalmente sus movimientos. Ambas se encontraron cuando la altura era de 4,65. La auriverde pasó con algunas dificultades tanto esa como la de 4,70 y, así, formuló una despiadada invitación a la cubana, pues constituían un desafío.
Para bien del atletismo cubano salió elegantemente de esos retos y el que significó los 4,75, porque sobrepasó ese nivel por primera vez en su vida. Ninguna de las dos consiguió superar los 4,80 metros. Y entonces la historia favoreció a la pinareña que allí tuvo como consejero a Rubén Camino, el estratega del subcampeón mundial Lázaro Borges, también campeón y plusmarquista del jolgorio deportivo continental. Dicen que segundas partes nunca son buenas. Para Silva fue lo contrario. Resultó inolvidable.
La visión del desempeño
“En Guadalajara gané una medalla excepcional. Me superé a mí misma, frente a una atleta de cualidades extraclase como Fabiana. Tras la competencia hablamos sobre el entrenamiento que realizábamos. Ella entra muy bien, sube con la pértiga en una posición adecuada, agarra muy alto y es muy competitiva”.
En menos de diez semanas Yarisley introdujo en su biografía deportiva hechos notables. Impuso dos límites para el país. Y provocó que Cuba accediera a la cima de una peculiar especialidad del atletismo. El límite implantado en México por la muchacha de 25 años de edad y confirmado en el Reino Unido de la Gran Bretaña, tiene rango porque clasifica entre los once primeros de todos los tiempos.
En el nuevo horizonte…
Yarisley llegó con otra reputación a su segunda participación en Juegos Olímpicos de Verano. Siempre estuvo consciente del nuevo horizonte competitivo. Y vaticinó: “Para sobresalir se requerirá más valor y precisión, así como un buen vínculo entre la carrera de impulso y el despegue. La victoria corresponderá, quizás, a la que venza 4,80. Pienso ser una de ellas y convertirme en la segunda mujer que exceda los cinco metros”.
Al igual que en la temporada preolímpica Yarisley Silva es una de las gigantes de la disciplina. La vecina del afamado centro turístico ubicado en el valle de Viñales pertenece a las preponderantes de un evento cuyas mejores actuaciones también estaban vedadas para las competidoras oriundas de los países del Sur.
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