martes, 8 de noviembre de 2011

Adriana, feliz


Por ABELARDO OVIEDO DUQUESNE
Foto Cortesía de la IAAF.

Inmediatamente de triunfar en la prueba de 800 metros con 2 min. o4 seg. o8, la cubana Adriana Muñoz reveló cuáles eran sus intenciones para los XVI Juegos Deportivos Panamericanos: “Si me dejan, voy por otro título.”
Ella cumplió su promesa. Pasó la línea de sentencia de los mil 500 estadio en 4 min. 26 seg. 09 y, así, conquistó un doble en el encuentro atlético cuatrienal que cogió el estadio Telmex de Guadalajara. El primer quehacer con ese rango lo adquirió en la cita Santo Domingo 2003 con 2 min. 02 seg. 96 y 4 min. 09 seg. 57 en mil 500.

El crono obtenido por la joven mamá, oriunda de la provincia Santiago de Cuba, en la última distancia mencionada no es mejor que el alcanzado en Quisqueya. Pero representa mucho para todos sus coequipera/os y autoridades del deporte en la Isla, pues debió hacer un gran esfuerzo para obtener la forma deportiva óptima en un lapso corto.

Petición cumplida
Tras el desenlace conversó con los reporteros y les contó que antes de partir su hijito Víctor le dijo: “Mami’, por favor gana las dos medallas. Él es mi principal admirador; me sigue en todo lo que hago en este deporte. Es tan admirador mío como yo lo era de Ana Fidelia Quirot.
“Apenas llegue a Cuba abrazaré a mi hijito y le diré: ‘Víctor, aquí están las medallas que te prometió tu mami.”

En el libro del atletismo nacional existen muchas lindas historias. Por sus realizaciones en Guadalajara, la Muñoz se adjudicó un espacio en ese sagrado documento. Y seguramente cuando transcurra un tiempo y transite por algún lugar de la Ciudad Héroe, los aficionados recordarán su acontecer en la capital del estado de Jalisco que, además de ser amada por el mariachi, ya permanece a la memoria de los muchachos/as que la conocieron a propósito de una inolvidable fiesta de la juventud.

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