domingo, 11 de julio de 2010

Otra vez por el cetro


Por ABELARDO OVIEDO
FotoFIVB

A un lado la magia y la mística. La selección cubana de voleibol, clasificación masculina, intervendrá en la final de la XXI Liga Mundial (LMV) y, contrario a lo sucedido en el 2009, es considerada como una de las importantes del tramo que acogerá, del 21 al 25, la ciudad argentina de Córdova.

Unos días antes de empezar el clásico anual, el técnico Orlando Samuels dijo en una conferencia de prensa celebrada en el Hotel Meliá Habana: “Los muchachos están en buena forma, a pesar tener menos partidos de fogueo como hubiésemos querido. Sin embargo, esperamos mejorar nuestra actuación del año pasado ya que nuestro equipo ahora es más maduro.”

No obstante tener menos experiencia que sus homólogos de la llave eliminatoria D: Argentina, Alemania y Polonia, los alumnos del colectivo técnico que también conforman Idalberto Valdés y Nicolás Vives garantizaron por esfuerzo propio la inclusión entre los seis grandes. La trayectoria descrita fue así: cuatro victorias frente a los gauchos y alemanes en las cuatro salidas establecidas; y tres sonrisas frente a los polacos.

Luego de vencer a los sudamericanos 3-2 (25x18, 25x20, 30x32, 23x25 y 15x8) y 3-0 (25x16, 26x24, 25x19) el estratega cubano aseveró: “La clasificación para la final nos brindó tranquilidad pero seguiremos trabajando.”

El quehacer en el último segmento de la justa instaurada en 1990 tendrá, como es usual, una intensidad similar a la de un relámpago porque solamente constará de cinco jornadas. Los caribeños competirán en el grupo F junto con Italia y Rusia. En el apartado E figuran Argentina Brasil Serbia.

Esa nueva realidad exigirá a nuestros jóvenes voleibolistas aumentar los rendimientos en el recibo y el bloqueo. Con un desempeño estable en esos sectores del juego cumplirán con esa máxima del fútbol también aplicable al voleibol: “los partidos de la final no se juegan, se ganan.”

La historia de los representativos del país en la LMV refiere una medalla de oro, cinco de plata y dos de bronce. En la pasada versión los antillanos lograron ocho victorias y cuatro derrotas en la clasificatoria. Y desbarataron los vaticinios de los analistas, tras adjudicarse el cuarto escaño de la justa. Ahora poseen una imagen favorable entre los oráculos modernos, pues además de la nueva demostración liguera: 11V-1D, 16 puntos de 18 posibles fuera de casa, tienen en su dossier el segundo peldaño alcanzado en la Copa mundial de Clubes Campeones, lid celebrada en noviembre del pasado año en Japón.




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