lunes, 14 de junio de 2010

Cerca del Rey León


Por Abelardo Oviedo
Foto Rafael Torres

Los vecinos del reparto Sueño, en Santiago de Cuba, evitan ir temprano a la cama cada junio. No solo por el calor, sino porque comienza la Liga Mundial de Voleibol (LMV) y quieren ver jugar a Wilfre, uno de sus coterráneos que se incluye entre los protagonistas del evento anual.

Por supuesto, complace el desempeño del único hijo de Alina Venero y Wilfredo León, pues recibe adecuadamente los envenenados saques de los adversarios y levanta las pelotas que traspasan la barrera impuesta por sus coequiperos.

León es uno de los más encumbrados voleibolistas jóvenes surgidos en Cuba en los últimos 50 años. Con 2,01 metros de talla y 85 kg de peso, es capaz de vencer el relieve del máximo nivel de la disciplina. Golpea con eficiencia el esférico a 3,50 metros de altura y levanta un muro de 3,46 metros a la ofensiva contraria.

A pesar de ser muy joven (nació el 31 de julio de 1993), de nuevo está inmerso en uno de los clásicos de mayor envergadura del voleibol desde 1990. Su presencia en el rectángulo preocupa a los técnicos de Argentina, Polonia y Alemania, los otros actuales inquilinos del grupo D en esta edición liguera, quienes conocen sus habilidades para desestabilizar a los jugadores receptores, tanto en cancha propia (locales) como ajena (visitadores).

El Rey León. Así lo denominan muchos comentaristas deportivos. Ese mote es apropiado. En la anterior LMV computó su segunda incursión en el clásico. Figuró entre los líderes anotadores (tercero), atacadores (séptimo), saque (primero) y recibidores (noveno). Contribuyó en la adquisición del segundo peldaño del combinado juvenil en la lid mundial escenificada en la ciudad de Pune, India, del 31 julio al 13 de agosto del 2009.

Además, obtuvo la denominación de Jugador Más Valioso (MVP), mejor anotador y atacador en el Campeonato de Norte, Centroamérica y el Caribe (Norceca) para cadetes, celebrado en Monterrey, México, del 2 al 10 de abril de este año. Ese rendimiento aportó a la clasificación del conjunto para los Juegos Olímpicos de la Juventud —por efectuarse en Singapur del 12 al 26 de agosto—, y facilitó a Rodolfo Sánchez, otrora integrante de la selección nacional, un buen estreno internacional en función de director técnico.

Apreciaciones

En diálogo con BOHEMIA, Wilfre reveló que comenzó a practicar el deporte de la malla alta a los siete años de edad. “Entrenaba en el CVD Antonio Maceo de mi barrio con el profesor José Puyú. Él y los demás me enseñaron a desarrollar una buena técnica en los distintos aspectos del deporte. Por eso adquirí la mejor forma de colocarme para el recibo y gané destreza para la defensa y el voleo. Todos fueron muy pacientes. Su preocupación era formar alumnos con una sólida base.”

León es uno de los voleibolistas más jóvenes de esta LMV. Ese detalle no le preocupa. “Jugué campeonatos pioneriles y escolares sin tener la edad adecuada. Siempre recordaré los Juegos Escolares Nacionales del 2006 porque, no obstante tener 12 años, competí en la categoría 15-16 años y terminé como el mejor jugador de la competencia.”

Solamente los probados talentos viajan de la división escolar al máximo nivel de la disciplina. Las palabras de recibimiento a Wilfredo en la Escuela Nacional de Voleibol fueron precisas: “Olvídate de la edad que tienes. El voleibol no puede esperar por ti”. El muchacho las aceptó con amor y orgullo.

Por sus altos rendimientos en el servicio, cualquier analista pudiera considerar que el jovencito perfecciona ese aspecto del juego en horas extra. Pero no es así. “La preparación que hago para efectuar bien el saque es similar a la de mis compañeros. Sí hago mayor énfasis en la defensa, porque ese elemento define la vida de un equipo en cualquier torneo.”

La ofensiva de León pertenece a las más eficaces. Por esa razón, el adversario trata de restarle fuerza mediante saques dirigidos hacia la posición donde se encuentra. “Esa táctica la enfrento desde hace mucho tiempo y estoy un tanto acostumbrado.”

En un repaso sobre las anteriores campañas, el indómito apuntó que “existen diferencias entre el nivel competitivo de la LMV, del campeonato mundial juvenil y el de las justas organizadas por la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe (Norceca). Pero todos esos eventos tienen un punto en común, y es la óptima preparación de los jugadores. De todos saqué experiencias”.

Querer es poder
Aunque lleva poco tiempo en el primer nivel de la disciplina, León ya tiene su escalafón acerca de los mejores elencos del orbe. Confiere el primer lugar a Brasil. Después sitúa a Estados Unidos, Rusia y Serbia. “Brasil tiene muchos jugadores de calidad. Los cambios en la nómina de ese equipo constituyen, simplemente, otro tipo de amenaza para el adversario. Para tener rendimiento frente a ellos es imprescindible jugar con precisión, porque tienen como regla examinar siempre la capacidad física, técnica y psíquica del rival.”

El rompecorazones, la ruleta rusa… de varias maneras definen los aficionados al quinto set de los partidos. Sin dudas, ese segmento exige mucho. El jovencito ofreció su parecer con mucha convicción. “Primero, estar bien preparado físicamente. Segundo, exhibir buena técnica; y tercero, acudir a los recursos ofensivos cuando aflore el cansancio.”

Lamentablemente, algunos atacadores solo logran notable efectividad mediante los buenos pases. Otros son letales siempre. Es decir, cuando estos son de alta, mediana o baja calidad. León pertenece a los del segundo grupo porque realiza la ofensiva bajo cualquier circunstancia y ello confirma su entereza para conquistar un triunfo. “Es bueno acostumbrarse a todas las opciones. Así escapas con mayor frecuencia de los bloqueadores.”

Muy pocas veces un deportista emite pronósticos. Al solicitarle un vaticinio para esta LMV, sentenció: “Los resultados son el producto del trabajo. El año pasado nos esforzamos y obtuvimos la recompensa. En esta temporada entrenamos bastante y podríamos situarnos otra vez entre los cuatro grandes. Dice una vieja frase que no hay peor gestión que la que no se hace. Y… querer es poder”.

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