La última pendiente

Por Abelardo Oviedo

Foto Cortesía de la FIVB

La Copa Mundial de Campeones de Voleibol, clasificación masculina, cerrará la temporada internacional de esa disciplina en este primer año del ciclo deportivo. Sin embargo, ello impedirá a los analistas formular ampliamente sus criterios acerca de los elencos que pudieran brillar en las restantes campañas del cuatrienio.

Los cinco seleccionados que lideraron los torneos clasificatorios regionales: Brasil (Sudamérica), Polonia (Europa), Irán (Asia), Egipto (África), Cuba (Norte Centroamérica y el Caribe) y el anfitrión de la competencia, Japón, disputarán la supremacía de la justa cuatrienal en las ciudades de Osaka y Nagoya del 18 al 23 de este penúltimo mes del año.

El combinado nacional, cuarto escaño en la XX Liga Mundial, es uno de los favoritos para lograr uno de los tres pergaminos de la cita que, usualmente, acoge la nación asiática. De adjudicarse el título reeditará una actuación similar a la del 2001, versión en la que nuestra representación concluyó invicta con cinco victorias. Este resultó ser el palmarés de entonces: VS Yugoslavia (3-0), Sudcorea (3-0), Brasil (3-2), Japón (3-1), Argentina 3-0). Cuba no clasificó para la versión del 2005, celebrada en las ciudades japonesas de Nagano y Tokio, tras ceder ante Estados Unidos en la justa clasificatoria.

La actual selección es diferente a la campeona en el 2001, pues ahora la mayoría de sus integrantes no sobrepasan los 23 años de edad y poseen, además, una estancia inferior a los cinco años en el primerísimo nivel del deporte de la malla alta.

Por esa razón fueron descartados para incluirse entre los primeros de la pasada LMV. Pero esa opinión cambió diametralmente por su comportamiento en la ronda intercontinental; y las alentadoras demostraciones en la final provocaron nuevos vaticinios. Ese crédito presupone desechar los datos de sus integrantes reseñados en la planilla de inscripción. Por lo tanto, sus rivales exhibirán elevadas atmósferas desde las primeras acciones del cotejo.

No obstante, los alumnos de Orlando Samuels ya poseen una mayor disposición y eficacia para ejecutar la defensa de campo ante adversarios con clase, así como para desarrollar un aceptable ritmo a la ofensiva. Esas son bazas importantes para tutearse con experimentados contrarios.

El evento cuatrienal, por decirlo de alguna manera, tendrá de nuevo la velocidad de un relámpago; y ello convocará a nuestros representantes a lograr sostenidos rendimientos en el bloqueo y el pase. Con un calificado desempeño en esos sectores detendrán el empuje de sus contrincantes y conformarán letales contraataques.

Asimismo, de conseguir esos objetivos evitarán los partidos extendidos a cinco sets; y, de esa forma, disfrutarán siempre de la cantidad de oxígeno óptima para replicar ante el siguiente contrincante.

Tras finalizar el juego frente a Rusia en la pasada LMV, el estratega cubano enfatizó que sus alumnos adolecieron de la concentración necesaria para batir a los europeos. Pero enseguida apuntó: “Trabajaremos para que nuestros alumnos exhiban un mismo nivel de rendimiento por un largo período de tiempo.”

Con la victoria en el torneo clasificatorio de Norte, Centroamérica y el Caribe (NORCECA) que acogió en octubre la ciudad de Bayamón, Puerto Rico, los jovencitos ofrecieron la primera respuesta a su técnico. Allí doblegaron en la preliminar a República Dominicana, Barbados y Puerto Rico por idéntica pizarra: (3x0). En la semifinal consiguieron el mismo rendimiento ante Canadá; y en la discusión del cetro superaron 3x1 parciales a Estados Unidos, campeón olímpico de Beijing, en el 2008.

Quizás la segunda nueva sea la despedida de la temporada con otra agradable noticia para la afición pues, según las pesquisas, solo los conjuntos de Brasil y Polonia reúnen la profundidad requerida para sobrepasarlos.

El equipo lo conforman, en su mayoría, jugadores participantes en la LMV. El técnico precisó que todos estaban en condiciones de ofrecer una buena actuación en la competencia. Y añadió: “Para nosotros es muy importante esta lid, pues representa otro fogueo de cierta altura para los muchachos. Efectuamos una buena preparación y pensamos alcanzar un resultado importante.”

El campeón defensor
Brasil es el campeón defensor. En la segunda edición accedió al título luego de caer 1-3 frente Estados Unidos y agenciarse triunfos ante China (3x2), Japón (3x1), Italia (3x2) y Egipto 3x0 sets. De cara a este nuevo encuentro, ganó todos los choques de la eliminatoria escenificados en Bolivia.

Aunque en el cuadro regular hoy aparecen nuevos rostros, los auriverdes dominaron en la LMV 2009. En Belgrado, la capital de Serbia, sede de la final, el combinado anunció sus potencialidades para refrendar ahora el triunfo alcanzado hace cuatro años, porque los gigantes Leandro Vissoto y Lucas Saatkamp, fundamentalmente, demostraron allá el nivel competitivo suficiente como para solventar las delicadas encrucijadas.

Sobre la nueva formación el estratega sudamericano, Bernardo Rezende, puntualizó: “Pienso que esta generación de jugadores aún comete muchos errores en el juego.”

Polonia es el representante de Europa. Pocos lo esperaban, pues los coterráneos del científico Nicolás Copérnico exhibieron un rendimiento discreto en la LMV. Sonrieron en cinco ocasiones y sufrieron en siete. Ocuparon el onceno escaño de la clasificación general. Parece que los ahora dirigidos por el italiano Daniel Castellani tomaron un segundo aire y en el clásico preliminar, efectuado en Turquía, doblegaron a Francia (3x1), Alemania (3x1), España (3x2), Eslovaquia (3x2) y Grecia (3-0).

Irán franqueó las dificultades en el certamen asiático celebrado en Filipinas, a mediados de septiembre. Nunca ha participado en una Liga Mundial. Es una incógnita.

Sin embargo, Egypto tiene otro dossier en el concierto internacional. Ha intervenido tres veces en la LMV. En todas esas ocasiones quedó en el peldaño 13. En la Copa del 2001 también compitió por África. Venció a China 3x2; pero fue víctima de Japón (2x3), Italia, Estados Unidos y Brasil por (0x3). Regresa al sendero competitivo que se aproxima, luego de terminar inmaculado en la lid escenificada en Marruecos.

Desde 1999 la Federación Internacional de Voleibol realiza cambios para convertir las jornadas de la disciplina en un espectáculo. Por esa razón sancionó varias modificaciones al reglamento. Pero, a mi modo de ver, la Copa Mundial de Campeones es el certamen menos refulgente.

Aunque es justo el criterio de participación, obedece menos a la proyección de la entidad. En esta versión estarán solo tres equipos de relevancia mundial: Brasil, Cuba y Polonia y, para colmo, se medirán entre ellos en las primeras fechas. Tal vez la entidad considere adecuada esa decisión porque los entrenadores de la mencionada terna deberán prestarle mucha atención al mano a mano con los equipos pertenecientes al segundo nivel.

Pero La Copa tendría mejor vino si comparecieran el campeón olímpico, el mundial y el de la última LMV. Ahora dos de esos lauros (mundial y LMV) están en manos de Brasil. Pero tal vez en lo adelante el reinado de los certámenes cumbres pertenezca a varios seleccionados.