jueves, 6 de marzo de 2008

Penúltimo y espinoso tramo


Abelardo Oviedo

Sin dudas, los aficionados tienen muchas preguntas que hacer en as peñas. Sin embargo, prefieren reservarse y esperar por los resultados de los primeros desenlaces de la semifinal de la XV Liga Superior de Baloncesto (LSB), segmento que comenzará este viernes en la polideportiva Rafael Castiello, de Guantánamo, y el ateneo matancero Aurelio Janet.

Los encuentros pactados para esos escenarios serán muy encarnizados. En la cancha de la más oriental provincia cubana estará Capitalinos y en la yumurina Ciego de Ávila.

En efecto, el hecho de ser campeones defensores no concede ninguna ventaja a los avileños, pues se trata de otra versión liguera; y enfrentan a un elenco cuyos jugadores anunciaron —al final de la pasada campaña— la disposición de acceder a la cima en esta edición liguera.

¿Podrán alcanzar su objetivo los matanceros? Por supuesto, ello lo definirá su quehacer dentro del rectángulo de competencia. Poseen opciones de lograr su compromiso, pues los integrantes de la plantilla gozan de mucha capacidad para la entrega incondicional por la victoria.

Durante la ronda preliminar enfrentaron a los discípulos de Daniel Scott en cuatro oportunidades. En cancha ajena dividieron honores: 92-90 y 77-95 unidades. En la visita los marcadores fueron 88-102 y 99-66 puntos.

El debate entre los giraldillos y los guantanameros ofrece un panorama diferente. Los alumnos de Miguelito Calderón batieron a los del guaso 78-66 y 94-78 puntos en la sala capitalina Ramón Font. En los desafíos de la segunda etapa también sobresalieron: 86-80 y 87-86 unidades. Que carezca de paridad la subserie particular entre los contendientes no significa otra victoria del Capitalinos ante los alumnos del estratega anfitrión Osmel Planas.

Luego de los primeros choques del play off pactado a tres desafíos, las acciones se trasladarán hacia los espacios de los visitantes. Abrir con un éxito propiciará tener mayores posibilidades para sobresalir, pero en otras lides muchos tramos de esa naturaleza han tomado un curso diferente al esperado.

La LSB llega a los últimos compases. Y resulta arriesgado emitir vaticinios hasta sobre el equipo que terminará en la punta de la clasificación general en esta versión. Pero la federación nacional debe resolver la ausencia de corrección técnica que requieren los escenarios de los contendientes: reloj que indique los 24 segundos que puede consumir el equipo a la ofensiva; equipos con señales sonoras que identifique los finales de los cuartos del encuentro, los períodos suplementarios y los tiempos muertos.

Y así sí el clásico adquirirá realmente la denominación de “el segundo mejor espectáculo deportivo de la nación.”

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