lunes, 10 de marzo de 2008

Paseo naranja y azul


Abelardo Oviedo
Foto René Pérez Massola

Por segunda temporada consecutiva, los equipos Ciego de Ávila y Capitalinos discutirán el cetro de la Liga Superior de Baloncesto, tras superar a sus similares de Matanzas y Guantánamo, respectivamente, en los play off de la ronda semifinal del clásico anual.


Los avileños, campeones defensores, presenciaron por televisión el cotejo entre giraldillo y azules, pues el domingo superaron a los yumurinos en la sala Giraldo Córdova Cardín. Los azules debieron emplear una jornada más pues en la segunda perdieron ante los del guaso. En el choque decisivo, el Capitalinos arrolló a sus adversarios por 91-67 ante un aforo superior a las 2 mil personas.




Inmediatamente de comenzar ese desafío, los bandos exhibieron mayor ímpetu que en la jornada precedente, porque deseaban inclinar la balanza a su favor y, así, garantizar el visado a la fase del evento que comenzará el venidero día 13 en la polideportiva de la localidad reconocida por sus calificadas plantaciones citrícolas.


Tras la amargura, el colectivo técnico de los vice campeones en el 2007 decidió cambiar la táctica acerca del fusilero Henry Simón. Así, lo marcaron fuertemente siempre hombres menos agotados que él. Además, para esta ocasión indicó a sus jugadores titulares combinar la ofensiva desde la media y larga distancias con la del juego interior.


La habitual sustitución de jugadores en el segundo cuarto, y la nueva concepción para realizar la defensa, propiciaron que fallaran los cálculos de los guantanameros en el ataque. También las interrelaciones ofensivas que culminaron con encestes espectaculares desanimaron a lo visitantes. El período concluyó 54-34 unidades, la mayor diferencia en un parcial de los tres encuentros realizados.


Estimulados por su afición, en la segunda mitad los giraldillos continuaron desarrollando un certero trabajo defensivo (personal desde la mitad del terreno y presión en el último cuarto de la cancha), así como una consistente labor para agenciarse lo rebotes ofensivos y ejecutar, inmediatamente, letales contraataques. Conservaron el liderazgo del marcador en el tercer cuadrante por 70-42 unidades, ante un adversario irresponsable para la réplica ofensiva y proteger la cesta a tiempo.


Como los del guaso se caracterizan por mantener siempre la cabeza en alto, sus paisanos residentes en la capital y presentes en el recinto deportivo esperaron por su respuesta en los últimos diez minutos de brega. Se mantuvieron en sus butacas, tras percatarse que la protección empleada por sus coterráneos rendía cierto efecto. Abandonar sus espacios luego de confirmar que los baloncestistas del Capitalinos reconocían con prontitud las trampas estructuradas y se refugiaban en la mesura para armar sus combinaciones; obtener la quinta victoria en seis encuentros ante sus rivales de la más oriental de las provincias cubanas; y súbitamente prepararse el desquite ante el Ciego de Ávila.


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