sábado, 16 de febrero de 2008

Dos intratables


Abelardo Oviedo

Los elencos de Capitalinos y Guantánamo siguen insociables tras los primeros seis choques de la ronda preliminar de la XV Liga Superior de Baloncesto, justa que por primera ocasión reúne a ocho elencos y cuya etapa semifinal comenzará en la primera semana del venidero mes.

Los azules, líderes de la clasificación general desde la reanudación de la cita, aprovecharon muy bien su condición de anfitriones y en las últimas salidas al rectángulo d la polideportiva Ramón Fonst acumularon cuatro victorias y una derrota; y esperan por la definición del choque suspendido con Matanzas.

En los cinco encuentros efectuadas, los tiradores de mayor precisión de los giraldillos hicieron gala de su eficacia pues, cada vez que el técnico Miguelito Calderón solicitó sus servicios, el accionar de ellos asfixió la opciones de triunfo del adversario. Asimismo, la disposición para salvaguardar la cesta de los integrantes de la plantilla mostró calificación. Solamente en el primer cotejo frente al Ciego de Ávila exhibieron descoordinación para ejecutar los sistemas previstos.

El Capitalinos jugará fuera de su casa los ocho desafíos que faltan para concluir la fase. La ventaja que ostenta sobre los restantes competidores es aceptable. Solo con dividir honores en la subserie que inician este sábado frente a Camagüey en el Palacio de los Deportes Rafael Fortún, así como ante Villa Clara, Santiago de Cuba y Guantánamo les propiciará finalizar en el primer escaño.

El seleccionado de Guantánamo es prácticamente la sensación de la campaña, debido a su coherencia para exponer sus capacidades sobre el escenario competitivo. En seis comparecencias archivó cinco triunfos. Además promedió 86,1 unidades por jornada. Ahora recibirán al Matanzas. El puente que deben atravesar les presenta la estabilidad de una cuerda floja, porque a los matanceros (3V-1D-1aplazado) les urge consolidar una racha triunfadora para lograr la visa al próximo espacio. Por una situación delicada transitarán en las últimas dos subseries, porque luego debatirán con Ciego de Ávila y Capitalinos.

Parece que de los tres grandes el camino menos engorroso lo tendrá el Ciego de Ávila. Los campeones defensores deben batir ahora de nuevo al Santiago de Cuba; dividir con los del guaso; doblegar al Villa Clara y negociar una igualada con el Camagüey. A mi modo de ver, el último debate mencionado será el más espinoso, pues los agramontinos los desafían constantemente y en toda la línea. En esta temporada la balanza indica un triunfo para cada bando. Y todos recuerdan que en la campaña anterior los tinajoneros quedaron fuera por la inexperiencia de sus jugadores. Entonces ganaban el partido decisivo a solo doce segundos del silbatazo final.

La pizarra entre el Metropolitanos y el Villa Clara aún está indefinida. Los estrategas de esos conjuntos, por el orden, Bárbaro Betarte y Leonardo Pérez saben que sus alumnos están casi fuera del otro segmento del concurso, pero ninguno de los dos pierden el optimismo.

La federación nacional de la disciplina decidió correr ese riesgo de incluir a ocho combinados en esta decisiva parte de la temporada nacional. Y recibe, a mi modo de ver, la calificación de notable, pues tanto los jovencitos que integran los colectivos de Camagüey y Metropolitanos brindan adecuada interpretación en los planteamientos técnico tácticos indicados por sus estrategas.

Además, esta concepción de la cita posibilita que una mayor cantidad de baloncestistas acudan al rectángulo por un tiempo prolongado. Y ello, sin dudas, proporcionará los jugadores adquieran mayor rutina de juego en un lapso inferior al estimado.

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