domingo, 3 de febrero de 2008

Concierto azul



Abelardo Oviedo





El silencio acompaña más que otras veces a los autorizados para emitir criterios y vaticinios sobre la primera fase de la ronda preliminar XV Liga Superior de Baloncesto (LSB). Parece como si les hubiesen pedido escribir la partitura de un bolero en el que solo intervengan una guitarra y un guayo. La melodía del momento en el clásico anual se llama concierto azul, porque el equipo Capitalinos lidera la clasificación general.

Los giraldillos acumularon diez victorias consecutivas por causa de de suscribir cinco dobles consecutivos. Esa actuación significa otro límite para una LSB con una nómina de ocho participantes. Antes los había alcanzado Guantánamo con 8 triunfos por causa de cuatro barridas.

No obstante los entrenadores hacer a un mismo tiempo la sustitución de los abridores, el combinado mantuvo una capacidad ofensiva muy estable. Terminaron la etapa con el marcador más elevado hasta la fecha: 121-78 frente al conjunto de Santiago de Cuba. Los giraldillos iniciaron el segundo tramo frente al Ciego de Ávila. Cedieron en el primer cotejo 80-107 puntos. De suceder lo mismo, sería el segundo revés consecutivo en casa.

En el despertar de la campaña, los guantanameros fueron imbatibles en su cancha, la sala Rafael Casitello. La mala fortuna los persiguió cuando se convirtieron en huéspedes. Perdieron liderazgo de la cita debido —entre otros detalles— a la desorganización en el ataque y a la falta de presteza para definir en el rebote defensivo ante Ciego de Ávila y Capitalinos. Regresaron a casa y se miden con Villa Clara. Salieron airosos en el primer desenlace 96-81. Tal vez puedan reeditar el doble y, así, subiría otra vez su cotización en el clásico.

A propósito, los avileños realizaron una encomiable demostración ante los azules en la apertura de la subserie. Parece que ya recobraron definitivamente la conducta que les permitió dominar el certamen por tres campañas consecutivas. Según cuentan, Geoffei Silvestre está más incisivo; Joan Luis Haití refinado en el marcaje; y Michael Guerra cuidadoso para repartir el juego. Asimismo, los jugadores de segunda línea exhiben mejor disposición para colaborar en la adquisición de los triunfos.

El Matanzas va de menos a muchísimo más. Acumuló cinco victorias en las últimas seis salidas de la primera ronda y le propinó un revés al Metropolitanos en la apertura de la segunda por 78-67 puntos. Ese proceder de los yumurinos advierte cierto peligro para los más encumbrados en la clasificación general del certamen.

Los conjuntos de Camagüey (venció a Santiago de Cuba 82-77), Metros, Villa Clara y Santiago de Cuba resultaron los elencos menos prominentes en la primera etapa del evento. Algunos aseguran que pudieran variar su quehacer en el nuevo fragmento competitivo. Y nadie les contradice pues el terreno de juego siempre ofrece la mejor sentencia.

Varias consideraciones merodean esta versión de la LSB. Una de ellas versa sobre la incorporación de dos equipos a ese pedazo de la temporada nacional. La federación nacional de la disciplina decidió correr ese riesgo y recibe, a mi modo de ver, la calificación de notable, pues tanto los jovencitos que integran los colectivos de Camagüey y Metropolitanos brindan adecuada interpretación en los planteamientos técnico tácticos indicados por sus estrategas.

Además, esta concepción de la cita posibilita que una mayor cantidad de baloncestistas acudan al rectángulo por un tiempo prolongado. Y ello, sin dudas, proporcionará que el deporte posea jugadores con mayor rutina de juego en un lapso inferior al estimado.

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