miércoles, 28 de noviembre de 2007

Y ahora qué


Abelardo Oviedo
Foto Cortesía de la FIVB

Siempre que un clásico llega a su tramo conclusivo la pregunta: y ahora qué merodea el ambiente y provoca innumerables especulaciones acerca de los elencos más próximos a la cima.

Y eso precisamente sucede en la Copa del Mundo, clasificación masculina, pues desde este viernes empezará en el gimnasio metropolitano de Tokio el último el camino hacia la conquista del máximo pergamino.

El Rusia marcha en la punta de la clasificación general. Casi tiene en su alforja uno de los tres visados para la venidera justa estival pero, como es lógico, tal vez su colectivo técnico desea terminar la ruta sin manchas.

Al parecer el segmento posee muchos obstáculos para lo rusos. En la apertura de la cuarta ronda enfrentarán a Bulgaria, otro de los combinados con opciones de éxito y obligado a mantener una postura casi perfecta en todas las salidas. Luego, se medirán con Brasil, ocupante del segundo peldaño en la clasificación general; y más tarde con Estados Unidos, equipo que ocupa la quinta posición y seguramente aprovechará estas jornadas para repuntar.

Brasil, los campeones defensores, también tienen una trayectoria difícil. Argentina puede frustrarle el empeño de refrendar la corona al igual que Rusia.
El calendario resulta un tanto más fácil para los búlgaros pues Japón y Argentina deben ceder ante su empuje.

El programa establece que Estados Unidos enfrente —por el orden— a Japón, Argentina y Rusia. Si consiguen las dos primeras victorias el encuentro ante Rusia será un c ara o cruz.
La mayores emociones del evento cuatrienal han quedado reservada para las fechas de despedidas. Hasta el momento se han producido solo ocho partidos han concluido por 3-2 sets. Se presume que esa cifra aumente sustancialmente antes de que se conozca a los tres primeros clasificados para la máxima fiesta deportiva cuyo asiento será Beijing, la capital de la República Popular China.



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