sábado, 13 de octubre de 2007

Fuera del elevador



Abelardo Oviedo

Foto. Daniel Anaya

Mientras los equipos de baloncesto Capitalinos, Ciego de Ávila, Camagüey y Santiago de Cuba oprimen —una y otra vez— el botón del elevador del Torneo Nacional de Ascenso (TNA), otros con plantillas de buen potencial están fuera de la batalla por una de las ocho plazas para la Liga Superior de Baloncesto (LSB).

Unas semanas antes de comenzar el TNA se vaticinaba una férrea lucha por los visados en la zona occidental, porque existían sospechas de que Metropolitanos, La Habana y Pinar del Río ejecutarían una adecuada preparación para esta campaña y, así, elevarán sus posibilidades para desteñir el color azul de la camiseta del Capitalinos y la roja del Matanzas.

De esa terna, solo Metropolitanos ha respondido a las expectativas, al punto de que los yumurinos pudieran quedar en el tercer escaño del apartado y tener que buscar el pasaporte a la LSB en la justa que envolverá a los ocupantes de ese peldaño en cada llave.

La Habana …NO. Rotunda es la apreciación sobre el elenco habanista, justo cuando termina la segunda vuelta clasificatoria del TNA. Y esa afirmación es consecuente, porque el LHA dista otra vez de la presteza y capacidad de definición atendiendo a la profundidad de su nómina. Los estrategas de ese conjunto —imagino— deben estar insatisfechos con el comportamiento de sus jugadores. Pero hasta que el colectivo no aprenda a jugar ofensivamente mediante diferentes revoluciones, les será adverso el resultado final de los cotejos.

Pinar del Río perdió —por diversas razones— a un buen defensa organizador y a un reboteador del mismo rango. Es difícil resolver inmediatamente esas complejidades, pero en esta segunda campaña sin ellos, los entrenadores debieron delinear estrategias acordes al material humano con que cuentan. Y acudir a otros, si esos diseños brindaban resultados inferiores a los esperados. Nunca un colectivo de Vueltabajo ha sido considerado como un competidor que debe tirar la toalla.

A finales del pasado siglo el identificativo Lobos de Villa Clara era sinónimo de triunfo inobjetable. Ahora el seleccionado de esa provincia se ubica entre los que debe pugnar por un visado a la LSB. El tránsito de los villaclareños por la justa provoca cierta nostalgia.

Sancti Spíritus y Cienfuegos… Los primeros demuestran algún crecimiento con respecto a la pasada versión del evento. Súper optimista es el observador que califique su desempeño como “van a más.” El quehacer de sus vecinos puede definirse así: “Una perla aún sin brillo”.

El panorama del TNA en el sector oriental está un poco más animado, porque Las Tunas posee en su formación a jugadores nacidos en ese territorio y que radican en otras localidades del país. Quizás los tuneros figuren entre los mejores terceros lugares de la competencia y luego ganen el pasaporte a la LSB. Una novísima constituiría que minimizaran al Guantánamo.

El primer objetivo es factible y —además— confirmaría que el pensamiento táctico de los baloncestistas holguineros y granmenses crece en progresión aritmética. Y tal vez llegue al nivel adecuado en el próximo cuatrienio.

El TNA concluirá el 24 de noviembre. Ya es más razonable hacer conjeturas. Quizás el tercer segmento la campaña nacional también estará acompañado por una discreta corrección técnica en los escenarios de juego.

Empero, cuando empiece la Liga Superior deben cambiar las decoraciones de las canchas nominadas, porque la competitividad entre los ocho adversarios desatará una querella sin cuartel. Y para un acontecer de esa naturaleza es insoslayable que las pizarras de las instalaciones tengan un verdadero protagonismo informativo; y que sean precisos los reloj-cronómetros ubicados en las esquinas de las canchas, pues seguramente varios desenlaces terminarán luego de un tiempo extra.

No hay comentarios: