Nueva York, 13 de octubre (PL).— Los estadounidenses aguardan por otras confesiones sobre uso de esteroides en el deporte, una semana después de la confesión de dopaje de la ex velocista Marion Jones.
Jones, quien reintegró ya las cinco medallas que ganó en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, inició un camino que pudiera abrirse más, cuando el senador demócrata George Mitchel de a conocer una lista de beisbolistas involucrados a los anabólicos.
Mitchel dirige una comisión que investiga el uso de sustancias prohibidas en las llamadas Grandes Ligas y el listado de los involucrados podría darse a conocer a finales de la Serie Mundial.
Mientras cuatro equipos pelean por dos plazas para la final de la temporada, jugadores, directivos y hasta la afición aguardan con temor los resultados de la pesquisa iniciada por Mitchel 18 meses atrás.
Mitchel decidió desentrañar el vínculo del béisbol rentado con los esteroides a pedido del comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig, pero al principio no se especificó si los nombres de los culpables serían dados a conocer.
Tras la confesión de Marion Jones de haber usado Tetrahidrogestrinona (THG), volvieron a la luz los nombres de Jason Giambi, Gary Sheffield y Barry Bonds, implicados desde finales de 2003 con la referida sustancia.
A pesar de sus reiteradas negativas, el nombre de Bonds, máximo jonronero en la historia del béisbol estadounidense, puede ser uno de los que aparezca en la lista de Mitchel, aunque no se sabe qué hará con sus récords la Oficina del Comisionado.
Si en el caso de Bonds se actúa con la misma coherencia que con Marion Jones, el jardinero de los Gigantes de San Francisco podría ver vetado su ingreso al Salón de la Fama de Cooperstown, en el mejor de los casos.
Selig podría determinar también la invalidez de sus récords o excluirlo definitivamente del torneo, a pesar de que Bonds está a punto de ponerle punto final a su carrera.
Sin embargo, no son sólo Bonds, Giambi y Sheffield los únicos cuyos nombres podrían aparecer en el listado de Mitchel, porque el jardinero de los Cardenales de San Luis, Rick Ankiel, y el tercera base de los Azulejos de Toronto, Troy Glaus, también son candidatos.
Las dudas sobre la publicación de los nombres de los implicados se despejaron la víspera, durante una reunión con los directivos de los 30 equipos de las Grandes Ligas.
Después de la reunión, algunos analistas consideraron que la comisión de Mitchel dañará la imagen de las Grandes Ligas y que aparecerán varios nombres, hasta ahora desvinculados con el escándalo de dopaje.
Sin embargo, sólo a finales de noviembre o principios de diciembre se sabrá quiénes usaron esteroides durante los últimos años, a pesar de la oposición de los dueños de equipos y de los representantes de muchos jugadores.
Hasta ahora, Mitchell no ha querido hacer ningún comentario, ni tampoco el comisionado Selig, pero ambos se han mostrado convencidos que el resultado de la investigación será muy válido para el futuro del béisbol profesional y la lucha contra el dopaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario