Fíjate en las luces
En la vida no puedes dar marcha atrás.
No puedes voltear los días
e ir de la noche a la mañana
para así recuperar tus días más bonitos.
Debes ir hacia adelante. Día tras día.
Año tras año. No puedes permanecer
parado.
Nadie puede detener el tiempo.
Hay muchas encrucijadas.
Por eso, ¡fijate en las luces!
Avaricia desemedida, egoísmo
enloquecedor,
celos enfermizos..., son las luces rojas
en el semáforo de la vida.
Detente, porque tras ellas hay
solamente caminos tortuosos
y precipicios escondidos.
Los dones de amistad, perdón,
ayuda y ternura
son las luces verdes.
Prendidas, sigue adelante sin miedo.
Sé cariñoso y amable en el trato diario
con personas y cosas.
Deja que el motor de tu corazón
siempre esté caliente y no te olvides
que existe solamente una llave segura
de contacto: el amor
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