sábado, 8 de septiembre de 2007

¿Estados Unidos?...mejor


Alguien me deslizó cerca del oído, en tono muy confidencial, su parecer sobre el calendario de Cuba en el preolímpico de baloncesto, clasificación femenina, que comenzará el 26 en la ciudad chilena de Valdivia.

Y soslayé su forma de proceder para ofrecer mi criterio. En un tono normal de la voz dije: “Iniciar frente a Estados Unidos no está mal; por el contrario, favorece. Es preferible medirse al gran rival en la primera comparecencia porque existe más paridad. En el debut los seleccionados pueden cometen más errores de los habituales”.


Y esa aseveración la ha confirmado la práctica. En 1991 Cuba empezó la brega frente a los talentosos jugadores estadounidenses en los Juegos Panamericanos de 1991 y cayó por escaso margen. Muchos opinamos que fueron perdonados por nuestros baloncestistas.
En los Juegos Olímpicos de Atenas, hace poco más de tres años, los norteamericanos se midieron con Puerto Rico en la apertura. Y cayeron estrepitosamente. Entonces, ahora puede suceder lo mismo, si las antillanas acuden a la cancha con la intención de respetar y hacerse admirar.
Mi visión sobre un tema tan escabroso tal vez coincida hasta con los técnicos que dirigirán a sus alumnas en el Coliseo Antonio Azurmendi que, seguramente, esa noche tendrá en sus butacas 4 mil personas, su aforo total.

Al día siguiente de evaluarse frente a las estadounidenses, las caribeñas encontrarán a Canadá, elenco al que superaron en los Juegos Deportivos Panamericanos de Río de Janeiro y en una cuadrangular celebrada en China. Jamaica será el tercer adversario de la ronda. Ese puente, a mi modo de ver, es más resbaladizo que los anteriores, porque nuestras baloncestistas carecen de una idea exacta del quehacer de sus vecinas. Y ello es peligroso, especialmente en los finales de cerrados partidos.

La segunda etapa del clásico sí exigirá mucho a las cubanas, pues el contrincante podría ser Brasil o Argentina, combinados con la suficiente capacidad como para estropear el sueño a cualquier estratega. Si Cuba logra victorias convincentes y llega a la definición total frente a Estados Unidos, acudiremos a una repetición de aquellos choques efectuados en los años 90 en la capital cubana. Entonces visitantes y anfitrionas pugnaron de tú a tú hasta los segundos finales del cotejo.

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