miércoles, 1 de agosto de 2007

Un lanzamiento… ¡y ya!

Abelardo Oviedo
Roberto Suárez

Al final del 2001 una reseña sobre la actuación de Osleidys Menéndez apuntaba: “Muchos expertos consideran necesario hacer un aparte en sus libretas de anotaciones para tener siempre a mano la historia de esta jovencita que, con sólo 22 años y 1,77 metros de talla, se ha adueñado de envidiables cimas: récord mundial con 71,54 metros en la reunión atlética celebrada en la isla griega de Creta; plusmarquista del campeonato del orbe celebrado en Edmonton, Canadá, con 69,53; dueña del nuevo límite en la justa mundial universitaria de Beijing, China, con 69,82; y poseedora de la mejor cota para Juegos de Buena Voluntad, tras alcanzar un disparo de 66,14 metros.
El mérito no sólo obedece a los guarismos obtenidos por la morenita de ojos achinados y 78 kilogramos de peso. Es la primera latinoamericana que gana una justa del planeta con un rendimiento superior al de los Juegos Olímpicos y del Campeonato Mundial.”
Tres años más tarde, en ocasión de los Juegos Estivales de Atenas, su nombre sonó con más decibeles. Cuba recobraba la supremacía de la especialidad alcanzada por Caridad Colón en la cita estival de Moscú, en 1980, de manera memorable, porque la matancera impuso una plusmarca para la cita cuatrienal de 71,53, un centímetro menos que su plusmarca universal.
No obstante, tras el debate en la capital helénica Osleidys advirtió a los expertos: “El próximo año intentaré quebrar mi récord mundial”.

Los observadores no la creyeron del todo. Consideraron que obtendría un resultado correspondiente a la media universal en esta primera campaña del cuatrienio. Pero ella los contradijo. La décima edición de la cita del orbe efectuada en Helsinki, Finlandia, fue la confirmación, pues su jabalina cayó a 71,70 metros, dieciséis y diecisiete centímetros más lejos —respectivamente— que su cota olímpica y la planetaria.
Desde los Juegos Olímpicos de Berlín, en 1936, ocho de las dieciséis reinas han obtenido en el primer lanzamiento el rendimiento válido para convertirse en plusmarquistas.
Sus nombres son Dana Ingranová/ Zatopkova (CHE-Helsinki 1952-50,47), Elvira Ozolina (URSS-Roma 1960-55,98), Mihaela Penes (RUM-Tokio 1964-60,54), María Caridad Colón (CUB-Moscú 1980-68,40), Tessa Sanderson (GBR-Los Ángeles 1984-69,56), Heli Rantanen (FIN-Atlanta 1996-67,94), Trine Hattestad (NORSydney 2000-68,91), Osleidys Menéndez (CUB-Atenas 2004-71,53).

La máxima triunfadora en la encumbrada fiesta del deporte es Ruth Fuchs. La germana posee dos supremacías consecutivas: Munich 1972-63,88; Montreal 1976-65,94. Pero esos dos límites para la competencia los alcanzó, por el orden, en el quinto y segundo disparos.

RELEGADAS OTRA VEZ SUS ADVERSARIAS

A poco menos de un año de convertirse en la más admirada, Menéndez también relegó a sus rivales al segundo escaño. En la capital de Finlandia su dardo descendió en 71,70 metros, también en la primera oportunidad, para conquistarlo todo de un golpe otra vez. De esa forma se convirtió en la tercera atleta en lograr dos cetros de esa naturaleza (Edmonton 2001-69,53-récord de la competencia). Le antecedieron la china Xu Demei (Tokio 1991-68,78) y la noruega Trine Hattestad (Stuttgart 1993-69,18; Atenas 1997-68,70). La griega Mirilla Manjani, campeona en las lides de 1999 (GRE-67,09) y 2003 (66,52), llegó a la cima tras el tercer y cuarto lanzamientos.
Osleidys es la indiscutible soberana de su evento. Es la única jabalinista, incluyendo a los hombres, que impone la barrera universal en la lid del planeta. Y la primera campeona olímpica que accede inmediatamente al principal escaño del podio del orbe.

MANO A MANO CON DIONISIO QUINTANA

Por la estela triunfal que la envuelve, ella y su entrenador, Dionisio Quintana, disfrutan de la miel más dulce que posee el deporte rey. Creo les resultará difícil reeditar la hazaña.
El técnico no está de acuerdo con esa aseveración: “Liquidar la competencia en el primer lanzamiento es mi objetivo de trabajo desde el pasado año. Así desestabilizamos pronto a las rivales. Osleidys tiene capacidad para hacerlo y mantener buenos rendimientos en las otras cinco oportunidades.
Si alguna adversaria la aventaja corre el riesgo de perder el liderato de la justa. En el Grand Prix de Mónaco sobresalió en el último intento con 67,24 y logró récord para la competencia.
Dicen que las plusmarcas salen. Dionisio replica: “Al pasado Campeonato Mundial asistimos con la misma intención de los Juegos Olímpicos de Atenas: ganar e imponer un límite. Cuando íbamos camino al estadio de Helsinki le dije que, no obstante las condiciones climáticas, con 70 metros conseguiríamos nuestra meta. Antes de empezar la competencia le pedí que tuviera otra vez paciencia, pues el entrenamiento realizado le permitiría el resultado planificado. Tras sus dos lanzamientos de calentamiento me percaté del éxito, porque la técnica exhibida en cada uno de ellos fue muy buena.
“En el 2006, señaló, tendremos dos lides importantes como son los Juegos Centroamericanos y del Caribe y la Copa del Mundo. Por ahora no buscaremos otra primacía del orbe, sino desbaratar el de la cita subregional, pues nos falta esa conquista. En la Copa del Mundo sólo deseo que revalide el cetro; pero si ella quiere suscribir un alcance superior a sus 64,41 metros, la dejaré cumplir su proyecto”.

De los 75 metros en lanzamiento de la jabalina aún se comenta en un tono muy bajo de la voz. El entrenador cubano ofreció su opinión: “Parece una meta distante, pero no es tanto así. Osleidys los alcanzará antes de finalizar este cuatrienio, si tiene todos los medios requeridos para el adiestramiento”.
Y a modo de despedida puntualizó: “Los triunfos no han cambiado la personalidad de mi alumna. Sigue caracterizada por la humildad, porque sabe que de esa manera tendrá simpatizantes hasta después de concluir su etapa deportiva. Estuvo muy decepcionada por los rendimientos en el 2003 (Juegos Panamericanos de Santo Domingo- 60,20-tercer lugar y Campeonato Mundial de París 62,19 metros-quinto). Entonces conversamos largamente sobre el tema y la convencí de que podía levantarse. Ella está a mi lado desde que tenía 13 años y no debía abandonarla. Para eso somos familia, un dúo, un binomio, una dupla... como quieran denominarnos”.

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