miércoles, 1 de agosto de 2007

Eladio, el orfebre de estrellas


Abelardo Oviedo

Al instante de convertirse en entrenador de lanzamiento de martillo de la preselección nacional, Eladio Hernández anunció su meta: “que mis alumnas alcancen resultados de primer nivel y figuren entre las primeras del ranking mundial”. Y lo consiguió, pues, a poco de iniciarse la ejercitación en la Isla, las muchachas obtuvieron distancias acordes a la media mundial.
Luego creció el propósito, porque la especialidad debutaría en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000:“que una de ellas llegue a la final”. Ese empeño también se cumplió, pues Yipsi Moreno quedó en cuarto lugar en la ciudad australiana con un envío de 68,33 metros.
Desde entonces es uno de los DT sobresalientes, porque en la temporada siguiente la Moreno se adjudicó el cetro en Edmonton, primera incursión de la modalidad en el entorno universal, con un disparo de 70,65 metros; y, dos años más tarde, en París, esta camagüeyana revalidó la supremacía con una distancia de 73,33 metros.
Tal vez inconforme consigo, Eladio lanzó un vaticinio que estremeció al mundo a principios de 2004: “dos de mis alumnas estarán en la final olímpica y serán medallistas”. Tras el debate de la capital helénica se confirmó lo anunciado. Yipsi quedó en el segundo escaño con 73,36. Yunaika Crawford lanzó 73,16 y fue medallista de bronce. Estuvo cerca de conquistar los dos primeros escaños. Se lo impidió la rusa Olga Kuzenkova con un fenomenal resultado de 75,02 de en las postrimerías de la competencia.
¿Es el técnico oriundo de Las Tunas un hombre con suerte? Para nada. Después de lo acontecido en la justa de Atenas y en el X Campeonato Mundial de Helsinki, Finlandia, el calificativo adecuado es el de triunfador.
Él es el primer entrenador de su especialidad que ha logrado dos lauros en un mismo debate olímpico. El único de lanzamiento de martillo en América dueño de dos cetros universales de manera consecutiva. Uno de los pocos, incluyendo a los de las especialidades del deporte rey, cuyas discípulas han competido en todos los tramos conclusivos de las justas relevantes, desde que la disciplina forma parte del programa oficial del atletismo.
Si un cineasta se decidiera a hacer un filme sobre los gestos de los DT durante las competencias, los lentes de las cámaras revelarían muchas conductas. Sin embargo, descubrirían siempre la misma cuando enfocaran el rostro de Eladio porque en cualquier escenario siempre tiene la misma expresión.
Inexpresivo estuvo su óvalo facial en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, cuando la alemana Kirsten Muenchow sacó a Yipsi (68,33) del tercer escaño en el último intento con 69,28 metros; igual aconteció en Helsinki al observar el lanzamiento de la rusa Kuzenkova, válido para relegar a la misma alumna (73,08) al segundo escaño.
Similar rasgo exhibió su cara tras el lanzamiento de la Moreno en la ciudad húngara de Szombathel, donde congeló a la europea con un lanzamiento de 74,75, nueva plusmarca para la cita. Y, en la ciudad eslovaca de Banska Bystrica, cuando su discípula lanzó una advertencia para su principal rival con 74,95 metros.
Muchos observadores quisieran saber de quién heredó esa flemática postura. Algunos señalan que durante la controversia lleva la procesión por dentro. Pero Eladio los contradice: “confío en el trabajo planificado y por eso no me impaciento. Sencillamente espero a que surjan los rendimientos previstos”.
Aunque no lo ha hecho público, Eladio tiene proyectos más ambiciosos para este segundo año del ciclo olímpico que culminará con los Juegos Estivales de Beijing, en 2008. Ningún experto duda que perfeccionará aún más la metodología del entrenamiento con vistas a que Yipsi exhiba, mayor estabilidad en los lanzamientos de alto rango; para lograr que Crawford (26 en el ranking mundial del 2005) regrese a la constancia en los 70 metros, el nivel mostrado en la temporada 2004; y que la novel Arasai Tondique (46 en la relación universal) obtenga rendimientos pertenecientes a la media mundial.
En efecto, prepara una cruzada para superar en venideras tardes-noches a la principal sombra que los persigue y cuyo patronímico es Kuzenkova. Y también para disuadir de su empeño a fuertes competidoras: Mihaela Melinte (Rumania) -la recordista mundial con 75,20-, Manuela Montebrun (Francia), Gu Yuan (China) y Kamila Skolimowska (Polonia).
Y como el tunero hace su trabajo con la constancia y meticulosidad de un orfebre, sus atletas serán ovacionadas por sus rendimientos en otros inolvidables cara a cara.

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