Abelardo Oviedo
Foto Cortesía de la IAAF
El dardo sale de las manos de la atleta vertiginosamente. Su línea aerodinámica desafía la resistencia del aire. Luego, cae en una distancia considerada del primer nivel de la especialidad. Y Sonia Bisset, 36 años, hace realidad la añeja evocación: “Está como el vino, mientras más años, mejor”.
En tanto, en un lugar de las gradas cercano al escenario de competencias, Miguel Bernal, su estratega, anota en su libreta el guarismo alcanzado. Y continúa en la observación del debate.
En esta temporada la santiaguera volverá al entorno mundialista por lograr el cetro de los XX Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Cartagena de Indias, Colombia, en el verano del 2006. Esa campaña fue buena para ella porque obtuvo el segundo escaño en la Copa del Mundo (61,28) y cuatro en el Grand Prix final (62,18). Terminó con un promedio de lanzamiento de 62,18 metros, gracias también a que en el encuentro de Savona, Italia, logró 65,97 metros.
Sonia inició el 2007 en el tercer escaño del ranking mundial. La mejor exposición en la primera parte de la campaña sucedió en el Memorial Aurelio Janet. En Santiago de Cuba, la segunda capital de la nación, logró un alcance de 59,55 metros.
Su DT apostilla: “Ese resultado es parecido al de igual etapa en la pasada campaña y me permite asegurar que, como mínimo, tendrá un desempeño idéntico al de la temporada del 2006”.
“Sonia, aseveró Bernal, competirá por segunda ocasión en Juegos Panamericanos y esta vez competirá mejor que en República Dominicana, en el 2003. Aquel quinto lugar (58 metros) fue un desliz, porque unas semanas más tarde tuvo un resultado mejor en el Campeonato Mundial de Helsinki, Finlandia, y aventajó a la norteamericana Kim Krener-60,86 y a la bahamesa Eve Laverne, 60,68 metros, sus rivales de la capital dominicana invitadas al evento.
“La competencia de Río de Janeiro será interesante, pues ha crecido el nivel competitivo de las muchachas en el continente, pero nuestro país volverá a adjudicarse otro doble con Osleidys Menéndez y Sonia. Ambas lanzarán por encima de los 64 metros. Esa es una distancia aceptable antes de llegar al Campeonato Mundial.”
Desde 1997, en Atenas, la santiaguera encara los retos de las citas mundialistas. En la capital helénica quedó sexta con 63,80 metros. En Sevilla, la capital de Andalucí,a fue sexta con 63,52; cuatro años más tarde, en Edmonton, Canadá, bronce con 64,69 metros. En la capital finesa su mejor disparo fue 61,74 metros y obtuvo el séptimo lugar.
“Ahora el entorno competitivo universal será tan duro como los anteriores. Las alemanas Cristina y Steffi Neuri, la griega Mirela Manjani, Tatiana Shikolenko, de Rusia, Mikaela Ingber, de Finlandia, por citar algunas, son competidoras de mucha experiencia y coraje. Además, nunca desisten de alcanzar a la mejor ubicada en la clasificación general. “Sonia será una de las ocho finalistas en Osaka; y llegará a esa parte de la competencia con suficientes opciones para figurar entre las medallistas”, aseveró Bernal.
Cuba es una de las naciones importantes en lanzamiento de jabalina a escala universal. Solamente estuvo ausente de la final en la versión de Stuttgart, en 1993. Sus jabalineras cautivaron a los expertos en la localidad canadiense de Edmonton: Osleidys Menéndez-69,53, Sonia Bisset-64,69 y Xiomara Rivero-61,60 metros.
Tal vez Bernal sueña con otra actuación de esa naturaleza, aunque la entidad internacional de la disciplina haya dispuesto que solo pueden competir un par de atletas por cada nación. Si se produce un uno-dos en la localidad japonesa, será el primero en la historia de las jabalinistas en ese entorno. Y al técnico le llegará otro gran regalo, pues una de las protagonistas será Sonia. Esa alumna a quien él denomina como una ferviente amiga del podio de premiación, por conformar un inobjetable ayer y anunciar un seguro mañana.
Foto Cortesía de la IAAF
El dardo sale de las manos de la atleta vertiginosamente. Su línea aerodinámica desafía la resistencia del aire. Luego, cae en una distancia considerada del primer nivel de la especialidad. Y Sonia Bisset, 36 años, hace realidad la añeja evocación: “Está como el vino, mientras más años, mejor”.
En tanto, en un lugar de las gradas cercano al escenario de competencias, Miguel Bernal, su estratega, anota en su libreta el guarismo alcanzado. Y continúa en la observación del debate.
En esta temporada la santiaguera volverá al entorno mundialista por lograr el cetro de los XX Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Cartagena de Indias, Colombia, en el verano del 2006. Esa campaña fue buena para ella porque obtuvo el segundo escaño en la Copa del Mundo (61,28) y cuatro en el Grand Prix final (62,18). Terminó con un promedio de lanzamiento de 62,18 metros, gracias también a que en el encuentro de Savona, Italia, logró 65,97 metros.
Sonia inició el 2007 en el tercer escaño del ranking mundial. La mejor exposición en la primera parte de la campaña sucedió en el Memorial Aurelio Janet. En Santiago de Cuba, la segunda capital de la nación, logró un alcance de 59,55 metros.
Su DT apostilla: “Ese resultado es parecido al de igual etapa en la pasada campaña y me permite asegurar que, como mínimo, tendrá un desempeño idéntico al de la temporada del 2006”.
“Sonia, aseveró Bernal, competirá por segunda ocasión en Juegos Panamericanos y esta vez competirá mejor que en República Dominicana, en el 2003. Aquel quinto lugar (58 metros) fue un desliz, porque unas semanas más tarde tuvo un resultado mejor en el Campeonato Mundial de Helsinki, Finlandia, y aventajó a la norteamericana Kim Krener-60,86 y a la bahamesa Eve Laverne, 60,68 metros, sus rivales de la capital dominicana invitadas al evento.
“La competencia de Río de Janeiro será interesante, pues ha crecido el nivel competitivo de las muchachas en el continente, pero nuestro país volverá a adjudicarse otro doble con Osleidys Menéndez y Sonia. Ambas lanzarán por encima de los 64 metros. Esa es una distancia aceptable antes de llegar al Campeonato Mundial.”
Desde 1997, en Atenas, la santiaguera encara los retos de las citas mundialistas. En la capital helénica quedó sexta con 63,80 metros. En Sevilla, la capital de Andalucí,a fue sexta con 63,52; cuatro años más tarde, en Edmonton, Canadá, bronce con 64,69 metros. En la capital finesa su mejor disparo fue 61,74 metros y obtuvo el séptimo lugar.
“Ahora el entorno competitivo universal será tan duro como los anteriores. Las alemanas Cristina y Steffi Neuri, la griega Mirela Manjani, Tatiana Shikolenko, de Rusia, Mikaela Ingber, de Finlandia, por citar algunas, son competidoras de mucha experiencia y coraje. Además, nunca desisten de alcanzar a la mejor ubicada en la clasificación general. “Sonia será una de las ocho finalistas en Osaka; y llegará a esa parte de la competencia con suficientes opciones para figurar entre las medallistas”, aseveró Bernal.
Cuba es una de las naciones importantes en lanzamiento de jabalina a escala universal. Solamente estuvo ausente de la final en la versión de Stuttgart, en 1993. Sus jabalineras cautivaron a los expertos en la localidad canadiense de Edmonton: Osleidys Menéndez-69,53, Sonia Bisset-64,69 y Xiomara Rivero-61,60 metros.
Tal vez Bernal sueña con otra actuación de esa naturaleza, aunque la entidad internacional de la disciplina haya dispuesto que solo pueden competir un par de atletas por cada nación. Si se produce un uno-dos en la localidad japonesa, será el primero en la historia de las jabalinistas en ese entorno. Y al técnico le llegará otro gran regalo, pues una de las protagonistas será Sonia. Esa alumna a quien él denomina como una ferviente amiga del podio de premiación, por conformar un inobjetable ayer y anunciar un seguro mañana.
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