miércoles, 1 de agosto de 2007

Un dúo bordea los 90 metros


Abelardo Oviedo
Foto Cortesía IAAF
Por causa de las distancias alcanzadas por los jabalinistas, y por el peligro que representaba la celebración de esa prueba al mismo tiempo que otras, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) ha recomendado a los fabricantes cambiar el centro de gravedad del implemento.
Así, en 1986, tras el disparo de Uwe John (República Democrática Alemana) se produjo la primera renovación del dardo. En 1999 la entidad internacional hizo otra sugerencia con respecto a las damas.
No obstante, tanto en la pasada centuria, como en esta, los estrategas planifican, hacen cálculos y revisan cuidadosamente los movimientos de sus alumnos en los entrenamientos para lograr la mayor perfección y, de paso, una plusmarca.
El rostro del técnico Miguel Bernal ofrece una imagen impacientada cuando el diálogo se refiere a la actuación de su alumno Guillermo Martínez en la segunda temporada de este ciclo.
Debido a una sostenida tenacidad, el joven lanzador terminó la campaña como uno de los cinco primeros del ranking mundial. Sin embargo, el binomio posee una cotización baja entre los analistas, porque muchos de ellos, con razón, consideraban que el camagüeyano integraría, entonces, el selecto club de los 90 metros. Y si es verdad que: “segundas partes nunca fueron buenas”, el dúo accederá a ese selecto escalón en el 2008 porque otra vieja frase sentencia: “a la tercera va la vencida”.
Martínez y su DT provocaron noticias agradables para los amantes del deporte rey en la Isla durante casi todo el 2006, por intermedio del 83,83 metros alcanzados en el campeonato nacional Copa Cuba, cifra que significó una plusmarca para la cita; los 85,02 metros logrados en la III Olimpiada del Deporte Cubano, que les proporcionó acceder a la mejor marca de la temporada en el planeta en aquel mes de abril; los 82,33 metros conseguidos en el clásico internacional cubano Memorial Barrientos; y por los disparos de 87,17 y 84,91 metros conquistados, respectivamente, en París, Francia y Cartagena de Indias, Colombia. Esos guarismos borraron el límite del país (87,12) y de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (80,92).
Es cierto, ha conseguido un alto nivel con 25 años de edad y solo tres en el máximo escalón del deporte. Pero con ese mismo tiempo vivido, algunos de sus contrincantes están más cercanos que él a las nueve decenas de metros, la insoslayable cifra para vencer en lides relevantes, como el campeonato del mundo.
El técnico sabe que aún carecen de toda la ascendencia sobre la afición de casa y foránea: “Guillermo tiene un estado físico óptimo; trabajamos para vencer la inestabilidad psíquica. Terminamos bien ubicados en la lista mundial el pasado año. Eso nos permitirá asistir de nuevo a 11 ó 12 competencias. Esa participación es aceptable para que un jabalinero de su clase llegue al muy selectivo círculo de los 90 metros.
“Tal vez, apuntó, se requiera de un estudio biomecánico para mejorar la técnica y, así, el ángulo de salida del implemento”.

Río de Janeiro... el propósito

La última historia en la disputa por el título en unos Juegos Deportivos Panamericanos envolvió a los cubanos Emeterio González, campeón defensor desde 1995, y a Isbel Luaces, alumno de Bernal. En el último lanzamiento el titular (81,72) sobrepasó a Luaces (80,95) y mantuvo, además, la supremacía de la familia en ese entorno, porque su hermano Ramón lideró (79,12) la justa de 1991 escenificada en La Habana.
Ahora Guillermo es el candidato para refrendar la trayectoria de la Isla en el certamen cuatrienal. Esta vez Cuba no posee a otro firme competidor para lograr otro uno-dos. Judel Moreno (80,19) y Anniel Boue (76,47) pudieran contribuir a reeditar ese suceso en la fiesta deportiva .
“Tenemos planificado que lance en Río de Janeiro, Brasil, 85 metros, el 97 por ciento de su mejor desempeño. Con ese alcance desbaratará el límite para el evento”, precisó Bernal.

El objetivo mundialista

La ciudad japonesa de Osaka recibirá a la mayoría de los astros del deporte rey del 25 al 2 de septiembre, pues acogerá al campeonato mundial, la parada más importante en la campaña.
“Para ganar en ese clásico, apuntó Bernal, debo planificar de manera tal que Guillermo llegue con un rendimiento estable en los 88 metros. No es una exageración, pues siempre hay que tener en cuenta las condiciones ambientales del día de la justa. Si hay mucho calor, ello incidirá notablemente sobre los competidores.
“En la cita del 2005, allá en Helsinki, Finlandia, triunfó el estoniano Värnik Andrus con 87,17 metros. Él pertenece al club de los 90 metros. Mi objetivo es acertado, porque muy pocas veces se logra un elevado disparo en los debates mundiales, sino que prevalecen los denominados alto-medio.”
“En el resultado definirá mucho la capacidad psíquica, apuntó Bernal, pero Guillermo y yo sabemos que tenemos una asignatura pendiente y no esperaremos a la temporada olímpica para lograr la calificación de excelente”.

El alumno confiesa

“Estoy motivado para lograr en esta nueva cruzada mis mejores resultados. Quiero mantener la supremacía continental del país en Río de Janeiro, Brasil, y cambiar del décimo escaño alcanzado en Helsinki, Finlandia, en el 2005. Otra meta esencial será tirar 90 metros”, apuntó Martínez.
El gran desafío
Al igual que en el 2005, las controversias de los jabalinistas en el campeonato del orbe serán muy difíciles. Con la desaparición de la Unión Soviética, el panorama competitivo es más amplio en cuanto a la inscripción de naciones y, por lo tanto, concurre mayor cantidad de atletas de nivel.
La barrera la posee el checo, ya retirado, Jan Zelezny (98,48 metros), desde el 25 de mayo de 1996, en la ciudad germana de Jena.
Ese desafío parece infranqueable para los actuales encumbrados del evento. En los Juegos Olímpicos de Sydney, en el 2000, lideró Zelezny con 90,17metros, y en Atenas, en el 2004, el noruego Andreas Thorkildsen sobresalió con 86,50.
Después de 1996, las figuras de éxito en las lides del planeta han sido: Marius Corbett (RSA-1997-88,40); Ari Pavianen (FIN-1999-89,52); Jan Zelzny (CHE-2001-92,80), y Sergey Makarov (RUS-2003-85,44).
A Steve Barckely (GBR-1998-88,71) y Segey Makarov (EUR-2002-86,44) y Andreas Thorkildsen (NOR-2006-87,17) corresponden los principales rendimientos en las tres últimas Copas del Mundo.
Bernal y su alumno van con un rumbo adecuado. Con 90 metros ascenderán al grupo de los dúos amados y temidos en cualquier latitud.

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