martes, 28 de agosto de 2007

Todavía falta



Abelardo Oviedo

Foto: Armando Hernández


Además de las palabras propias del deporte, el aficionado al fútbol ha añadido otras que son aceptadas en todo el planeta. Por ejemplo, un futbolista es denominado como “de buen quite”, porque es capaz de ridiculizar a su marcador con un movimiento envolvente y a la vez elegante; y luego, entregar bien el balón al compañero; o él mismo derrotar al guardameta.


A otros los denominan oportunistas…matadores. Ello se debe a la calidad técnica que poseen para introducir la pelota en las redes cada vez que le cae en los botines, ya sea por un rebote en los llamados palos de la portería, o por un rechace de la pelota en las manos del portero.


¿Tiene el más universal de los deportes en la Isla jugadores con esas características?, es una pregunta que permanece. La afición local —fundamentalmente la más joven— sigue mucho las incidencias del deporte que, cuando se celebra su Copa del Mundo, detiene las actividades en gran parte del orbe.


Recientemente efectuamos un sondeo sobre el más universal de los deportas en la Isla, con un grupo —escogido al azar— de ese segmento de la población. Como muchas de las opiniones sobre el tema coincidieron, publicamos las respuestas que consideramos más abarcadoras.


Una opinión apunta: “Los futbolistas cubanos, a pesar de su buena forma física, carecen de aptitudes técnico-tácticas. Eso solo se logra con especialización en diversas rutinas de juego. Se aprende bien cuando se topa con selecciones de gran nivel frecuentemente”.


Otro parecer puntualiza: “Para cualquier equipo, es de gran importancia la existencia de un delantero con la habilidad suficiente para llevar el balón hasta las redes, y poder dar la victoria a su equipo. Hay que saber medir si un delantero nuestro cuenta con la suficiente calidad para marcar la diferencia con respecto a otro, o solo nos quedamos con magníficos regates y buen disparo a puerta.


"Están, por supuesto, los que prefieren a los delanteros oportunistas, como es el caso de Fillipo Inzaghi, del Milán, que sin poseer una técnica ni un potente disparo, siempre sabe estar en el lugar por donde se va a producir el gol, lograr el desmarque, buscar, provocar incluso un error de su rival, y marcar el tanto.

“Yo preferiría un poco de ambas cualidades, destreza sobre todas las cosas y un poco de oportunismo, y llegar a un delantero como lo es Van Nistelroy del Real Madrid. Si ahora nos preguntamos ¿existe oportunismo en el fútbol cubano?, me atrevería a asegurar que no, ya los nuestros poseen gran velocidad y habilidad individual, pero adolecen de ese olfato a gol y desaprovechan demasiadas oportunidades claras; chances que aprovecha otro denominado hombre gol.


“Solo logrando que nuestros deportistas tengan más minutos sobre un terreno de juego, frente a jugadores con más oficio, como los de es la liga mexicana, argentina, venezolana y brasileña, podrán alcanzar la confianza suficiente para lograr las definiciones que tanto esperamos frente al arco.”

¿Existe coincidencia o discrepancia con su manera de ver el asunto?


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