viernes, 3 de agosto de 2007

Será trepidante el crujir de los aceros


Abelardo Oviedo.
Cortesía de la FIE

Un día después de extinguirse los fuegos artificiales de la ceremonia de inauguración de los XV Juegos Deportivos Panamericanos de Río de Janeiro, Brasil, empezará el debate de la esgrima en la sala de armas del complejo Riocentro. Y se presume que a partir de este sábado 14 surjan profundas disputas.
Al igual que sucede en otros eventos multidisciplinarios, los floretistas abrirán el programa competitivo y, desde ese mismo momento, las especulaciones tomarán diversas magnitudes.
En la justa celebrada en Santo Domingo, en el 2003, el cubano Raúl Perojo no pudo lograr los toques que le propiciaran el pase a la discusión de la medalla de oro que conquistó finalmente el estadounidense Dan Keller.
Ahora los jovencitos Yosniel Álvarez y David Castillo intentarán, al menos, reeditar aquella actuación pues sus capacidades técnicas están unos puntos por debajo de la exigencia competitiva estimada.
Tras la brega de los varones entrarán en acción las muchachas. Misleydis Compañy y Anni Echevarría serán las encargadas de reconquistar el cetro para la mayor isla de las Antillas. La titular en Santo Domingo 2003 fue Marianna González. La venezolana cedió ante Compañy en la discusión de la medalla de oro en los II Juegos Deportivos del Alba, lid en la que Echevarría se ubicó entre las ocho primeras.
A partir de la tercera jornada aumentarán las opciones de la selección nacional de alcanzar títulos, porque asistirán a las pistillas los de espada y sable.
Eimey Gómez, titular hace cuatro años en la capital de República Dominicana, es una de las grandes favoritas para refrendar el cetro. Si por casualidad falla, Zuleydis Ortiz podría adjudicarse a ese peldaño: Una valoración similar existe sobre Yamilka Rodríguez.
Los principales obstáculos para nuestras espadachinas serán la canadiense Sherraine Mackay, una de las primeras del actual ranking mundial, la venezolana Endrina Álvarez y las chilenas Pía Montesinos y Catherine Bravo; la colombiana Laskmi Lozano y Alexandra Avena, de México.
La tríada conformada por Camilo Boris, Andrés Carillo y Guillermo Madrigal posee la misma fortaleza de las féminas. Boris es el campeón defensor y, seguramente, tiene intenciones de continuar en el mismo sitio. Carrillo y Madrigal desean estrenarse en ese cotizado espacio. Todos tienen la mano requerida para minimizar las intenciones de Silvio Fernández, un venezolano que hace la preparación para lides importantes en el Viejo Continente.
En los campeonatos panamericanos del deporte las sablistas Maylín González y Ana Fáez han logrado puestos relevantes, pero el nuevo capitulo es aún más denso que los precedentes.
Es cierto, en la justa de esa arma los combates serán encarnizados, porque las estadounidenses capitalizan esa arma a nivel mundial y las venezolanas han elevado mucho su nivel competitivo en los últimos dos cuatrienios. El estratega Guzmán Salazar hizo su proyección para este ciclo. Varios resultados confirman su planificación. Todavía falta que la realidad otorgue su calificación a las últimas presentaciones. Para muchos fue discreto el quehacer de sus alumnas en el clásico internacional Villa de La Habana (VLH). Sin embargo él ratifica: “No espero tener en Río de Janeiro menos éxito que el conquistado en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe y en los II Juegos Deportivos del Alba. Adquirir la supremacía del área es una meta muy añorada”.
La ausencia a eventos internacionales también pone en una cuerda floja a los muchachos de sable, pues deberán empezar la brega ante los rivales más encumbrados; y esa situación los obliga a desempeñarse con especial cuidado desde las primeras comparecencias.
Yunior Naranjo y Daylon Díaz y Julio Bello están en condiciones de asumir —y vencer— ese reto competitivo. Sus sables infundieron respeto y provocaron amplios comentarios entre los observadores, durante los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Cartagena de Indias, Colombia; y en la ciudad venezolana de Valencia, sede de los II Juegos Deportivos del Alba.
El DT Adolfo Polo opina que los muchachos tienen la edad y la madurez deportiva necesaria para recuperar el cetro hemisférico.
A partir del 20 empezarán las lides por equipos. O el desquite, como también suele llamársele en el ámbito de la esgrima. Otra vez varios competidores perderán esa opción. Ellos serán los floretistas y las espadachinas. Así sucederá también en los Juegos Olímpicos de Beijing, en el 2008.
La vida ha demostrado que para ese tipo de torneo no existen vaticinios. La mayoría de los analistas prefiere indicar que el éxito lo define el orden de los tiradores, así como el olfato que tenga el técnico a la hora de hacer una sustitución. Un criterio generalizado sentencia: “No importa que el muchacho/a haya estado bien en la lid individual y combatido acertadamente en el por equipos. Si le corresponde enfrentar en esa justa a un adversario que lo batirá, debe ir a la banca”.
Por supuesto la discusión sobre esa decisión recorre el planeta, porque otros opinan lo contrario: “Corro el riesgo con gusto. ¿Por qué debo eliminarlo de antemano? Pero los integrantes de los bandos saben que la verdadera estrategia solamente está sobre la pistilla de competencia y en la concentración del tirador para desarrollar un juego táctico sin fisuras.




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