Abelardo Oviedo
El quehacer del balonmano a escala nacional es tan discreto que podría considerarse como imperceptible. Desde hace muchas campañas no se presentan en un campeonato fuera de los correspondientes a a Olimpiada Nacional del Deporte Cubano y los Juegos Deportivos del Alba. Y es una de las disciplinas que nunca ha celebrado una gala.
En abril pasado los hombres rompieron el acostumbrado silencio con la participación en los II Juegos Deportivos del Alba y dominaron el certamen. Las muchachos continuaron en el mutis.
Ahora ambos elencos competirán en los XV Juegos Deportivos Panamericanos de Río de Janeiro, Brasil, y existe una doble apreciación acerca de los resultados. Escuetamente se dice así: “Ellas sí y ellos...vamos a ver”.
La razón es lógica. Los varones tienen una mayor oposición en el hemisferio; y las muchachas todavía pueden rebasar la barrera que se les interpondrá desde el día 14, pues es asequible para ellas batir el nivel de las adversarias.
Carecer de una ruta crítica notable sí conspira contra las posibilidades de los balonmanistas. En la llave A también competirán Canadá, el primer rival, Chile, contrario en la segunda jornada y Brasil. Tanto los anfitriones como los norteamericanos constituyen un obstáculo difícil de vencer. La defensiva cubana no es muy sólida y ello provoca que un rival como los chilenos también les entorpezca el camino hacia el éxito.
Las titulares de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias, Colombia, fueron ubicadas en el grupo A con Canadá, México y Brasil. Empezarán el ajetreo frente a las canadienses y luego, con un día de descanso intermedio, VS México y Brasil. Parece que el calendario es benigno pues sabrán de las opciones para integrar la semifinal al terminar la segunda fecha de la clasificatoria.
El apartado B lo componen Argentina, República Dominicana, Puerto Rico y Uruguay.
Nunca antes los elencos de balonmano del país asistieron a la cita continental tan desprovistos de una buena preparación. Ahora solo les resta afrontar el riesgo de la mejor de las maneras posibles y, así, obtener un escaño en el podio de premiaciones.
El quehacer del balonmano a escala nacional es tan discreto que podría considerarse como imperceptible. Desde hace muchas campañas no se presentan en un campeonato fuera de los correspondientes a a Olimpiada Nacional del Deporte Cubano y los Juegos Deportivos del Alba. Y es una de las disciplinas que nunca ha celebrado una gala.
En abril pasado los hombres rompieron el acostumbrado silencio con la participación en los II Juegos Deportivos del Alba y dominaron el certamen. Las muchachos continuaron en el mutis.
Ahora ambos elencos competirán en los XV Juegos Deportivos Panamericanos de Río de Janeiro, Brasil, y existe una doble apreciación acerca de los resultados. Escuetamente se dice así: “Ellas sí y ellos...vamos a ver”.
La razón es lógica. Los varones tienen una mayor oposición en el hemisferio; y las muchachas todavía pueden rebasar la barrera que se les interpondrá desde el día 14, pues es asequible para ellas batir el nivel de las adversarias.
Carecer de una ruta crítica notable sí conspira contra las posibilidades de los balonmanistas. En la llave A también competirán Canadá, el primer rival, Chile, contrario en la segunda jornada y Brasil. Tanto los anfitriones como los norteamericanos constituyen un obstáculo difícil de vencer. La defensiva cubana no es muy sólida y ello provoca que un rival como los chilenos también les entorpezca el camino hacia el éxito.
Las titulares de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias, Colombia, fueron ubicadas en el grupo A con Canadá, México y Brasil. Empezarán el ajetreo frente a las canadienses y luego, con un día de descanso intermedio, VS México y Brasil. Parece que el calendario es benigno pues sabrán de las opciones para integrar la semifinal al terminar la segunda fecha de la clasificatoria.
El apartado B lo componen Argentina, República Dominicana, Puerto Rico y Uruguay.
Nunca antes los elencos de balonmano del país asistieron a la cita continental tan desprovistos de una buena preparación. Ahora solo les resta afrontar el riesgo de la mejor de las maneras posibles y, así, obtener un escaño en el podio de premiaciones.
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