lunes, 13 de agosto de 2007

Con Scott y Silvestre

Abelardo Oviedo

Cortesía del diario El Vocero

Un avezado técnico decía a sus interlocutores en una clase magistral: “Los directores técnicos tenemos dos caminos para convertir al equipo en triunfador. Unos prefieren asistir a competencias con algunos objetivos. Otros consideran que lo mejor es ganar todos los torneos para desarrollar una mentalidad triunfadora. Los dos tienen razón porque, saben de la profundidad de sus nóminas”.

Tal vez Daniel Scott y sus asistentes no pertenezcan a ninguna de las dos ecuaciones de pensamiento, porque el elenco cubano participa muy poco en lides internacionales antes de comparecer a las competencias oficiales; y ello les impide diseñar estrategias, porque desconocen cabalmente el comportamiento de los baloncestistas en el escenario internacional.

El seleccionado cubano obtuvo la medalla de bronce en el Centrocaribe de baloncesto celebrado en la ciudad puertorriqueña de Caguas, al superar a Bahamas, 90-88 puntos en un partido que se extendió a tiempo extra. El tiempo reglamentario concluyó con una igualada a 80 unidades Así, logró el visado para el Centrobasket 2008.

Geoffrei Silvestre fue la gran figura del quinteto cubano con 30 puntos y once rebotes. El canastero fue apoyado por Orestes torres16 de Orestes Torres y Michael Guerra, 14 unidades.
El elenco de la mayor isla de las Antillas sigue insertada en el circuito que conduce al Campeonato Mundial de Turquía, en el 2010. Si acceden a los próximos compromisos con una adecuada ruta crítica competitiva el técnico estará más sereno antes de cada partido; y sus alumnos tendrán las herramientas para solucionar las complejas situaciones que habitualmente surgen en los partidos de alto nivel.

Tras la victoria ante los vecinos, Scott fue preciso en sus declaraciones al colega Noel Algarín del periódico local El Vocero: “Este es el torneo del Caribe más difícil en el que hemos estado en los últimos años. Aquí tuvimos que enfrentarnos a jugadores de la NBA (Liga Profesional Estadounidense) como son Carlos Arroyo y José Juan Barea de Puerto Rico, y un equipo de República Dominicana muy bueno. "El objetivo principal era conseguir la clasificación entre los tres primeros y, a pesar de lo difícil que fue este evento, lo logramos. Nuestra misión era asegurar el paso al Centrobasket.

"La medalla de bronce es más que merecida, porque nos vamos con la satisfacción de haber perdido únicamente con Puerto Rico y con República Dominicana.Ambos rivales nos supieron ganar en la cancha”. Geoffrei Silvestre fue el gran inspirador del conjunto, tanto en la defensa como en la disputa de los rebotes.

Alcanzar once rechaces ante hombres con mucho oficio significa que el avileño es un jugador de elite porque, además, figuró entre los primeros anotadores del clásico. Los observadores le confirieron muchos elogios, por causa de su estabilidad emocional en cada una de las jornadas, especialmente las cruciales: "Teníamos un objetivo y lo logramos. Bahamas jugó muy bien, pero nosotros logramos sacarle provecho a sus dificultades y logramos la medalla de bronce.

“Las derrotas ante Puerto Rico y República Dominicana no nos desanimaron. Sabemos que ahora esos equipos tienen una profundidad superior a la nuestra, pero ello no son inalcanzables. Confío que en las venideras ocasiones el debate tenga otro curso. Quiero agradecer y saludar al Comandante en Jefe que debe estar disfrutando este triunfo nuestro."

Tras la batalla centrocaribeña de baloncesto, los jugadores cubanos muestran una sonrisa. Tal vez algunos esperaban rostros con otra expresión.

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