miércoles, 1 de agosto de 2007

Mujer, entre el desafío y el derecho


Abelardo Oviedo
Foto René Pérez Massola

Decir mujer en cualesquiera de las latitudes del planeta significa vida. Esa afirmación no lo desconoce ninguna persona sensata —o no— en el globo terráqueo. Pero cuando se menciona la incorporación de ella a la actividad física y el deporte, todavía surgen los tabúes de la antigua Grecia y son marginadas de esa actividad social.
Pero el mundo —y todo en su interior— cambia, porque las proyecciones son distintas y diversas. Entre las féminas que trata de convencer a los aún remisos está Ana María Morales Ferrer, Doctora en Ciencias de la Cultura Física.
Identidad de la mujer en deporte para todos: ¿desafío o derecho? fue su trabajo en el XI Congreso Deporte para Todos. Una ovación surcó el espacio de la sala principal del Palacio de Convenciones inmediatamente de concluir su exposición y, como el tema tiene dos bandos bien declarados, los delegados formularon numerosas preguntas. Afortunadamente la mesura dominó el ambiente. Es decir, la sangre no llegó al río, como solemos decir los que poblamos este archipiélago de Latinoamérica.
“A escala universal siempre ha existido preocupación con respecto a la inserción de la mujer en las diferentes actividades, considerando los estudios de género -por ejemplo- porque la concepción ha sido mantenerlas en el hogar. Se han ganado peleas, como su incorporación al trabajo, en el desarrollo científico, determinadas leyes jurídicas, entre otras. Ahora tiene un mayor espacio, pero continúa como el ente concebido para las cuestiones hogareñas.
“Así, para ejecutar las actividades físicas el tiempo conspira contra ella porque el machismo la limita. En otra vertiente tampoco se siente con fuerza para reclamarlo porque teme a la presión social. Esa situación de tiempo le hace decir que no puede ir al gimnasio, pero en ocasiones desconoce que dentro del hogar puede hacer ejercitación física.
Estas manifestaciones agreden la autoestima de la mujer y no todas se sienten capaces de imponerse, lo que de hecho constituye un desafío. Ahora bien, tal y como se ha ganado el espacio en otras esferas como la laboral, la científica, la jurídica, la intelectual –por solo situar algunas- también tiene derecho,
a buscar un mejor estado de salud y estético hasta en el mismo lugar de residencia”, precisó la Licenciada en Cultura Física del Instituto Superior cubano Comandante Manuel Fajardo.
“Dentro de sus límites habitacionales pueden hacer ejercicios auxiliándose — entre otros— de los utensilios del hogar, como son los muebles. De esa manera podría cumplir dos funciones al mismo tiempo. No se excluye a la recién paridas. Una mujer puede cuidar a su bebé y al mismo tiempo dedicarse a realizar flexión del tronco para contribuir al fortalecimiento de la región abdominal, cuclillas, flexiones y extensiones de los brazos y ligeros trotes.
“El desafío de deportes para todos también pasa por el entorno familiar y comunitario. Una mujer que busque mejorar su calidad de vida mediante la actividad física puede ser censurada por su esposo:”Tú estas muy vieja para eso y pierdes tiempo para atender los quehaceres de la casa”; por los hijos, que prefieren otro tipo de actividad: “Mami deja eso, mira como se ponen papá y abuela”. Y la suegra que comparte con la familia, influye también desde su óptica: “Yo no sé para qué le dedica tiempo a eso, con tantas cosas por hacer en esta casa”. Uno de los insensatos apostado en una esquina podría comentar con alguien que pase en ese instante: “Mira, ¿esa vieja se prepara para actuar en una película, o va a subirse en una pasarela?”, apuntó la presidenta de la Cátedra Mujer Cultura Física y Deporte de la institución donde labora.
“A modo de despedida la vicepresidenta del Comité Femenino de la Federación Cubana de Atletismo leyó las conclusiones de su ponencia: “La identidad de la mujer en el Deporte para Todos constituye un desafío, pero también un derecho, pues lo esencial es propiciar la motivación personal, considerando que la participación misma es más importante que el resultado, como elemento clave para el bienestar y la salud, además de constituir un factor primordial en el mejoramiento de la calidad de vida. Y todo ello tiene su principal impacto en la sociedad.
“Para que estas demandas no aniquilen los esenciales principios del Deporte para Todos, tienen que producirse —necesariamente— transformaciones en su interpretación en general, desde el ámbito conceptual hasta la más universal de las especificaciones”.

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