miércoles, 1 de agosto de 2007

Una exigencia más en voleibol


Abelardo Oviedo
Foto Cortesía FIVB
En 1999 el mundo del voleibol se estremeció cuando la federación internacional de la disciplina sancionó que el juego sería mediante el tie break. Es decir que valían todas las acciones que ocurrieran sobre el rectángulo de competencia. El debate entonces fue amplio.
Como hoy existe paridad entre muchos equipos, se producen con mayor frecuencia emociones fuertes en los cotejos y los aficionados se han acostumbrado a ese sistema y olvidado el tradicional.
Antes de empezar la XVII Liga Mundial, la entidad internacional recordó: “EN CASO DE EMPATE SE DECIDIRÁ POR LOS PUNTOS ANOTADOS Y RECIBIDOS.”
Aunque terminaron los clásicos élites anuales de la disciplina, persisten los comentarios acerca del tema. Eugenio George, Héroe del Trabajo de la República de Cuba; el mejor DT del siglo XX y también integrante del Consejo Mundial de Entrenadores, ofreció una valoración sobre el suceso.
El imperativo
“La razón para que viera la luz esa decisión —dijo— fue el juego entre Brasil y Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Atenas. A muchos de los presentes en aquella sala les pareció un juego dudoso. Apreciaron que un equipo podía escoger al próximo contrario y, por lo tanto, diseñar su camino para el último tramo de la competencia.
“Entonces la FIVB encargó un estudio a la comisión técnica y al Consejo Mundial de Entrenadores, para que no se repitiera el hecho. Ambas comisiones revisaron las estadísticas de Brasil en los Juegos Estivales de la capital helénica y, especialmente, las de ese partido. El análisis ofreció como resultado la presencia de una manipulación. Pero la FIVB solo tiene derecho, en esos casos, a una amonestación, porque un equipo puede jugar mal en una jornada.”
La respuesta
“La nueva fórmula para esclarecer el abrazo entre dos o más seleccionados se puso en práctica en la Liga Mundial y el Grand Prix del 2005, porque son los eventos óptimos para realizar cualquier valoración, ya que a esos certámenes asisten los mejores elencos con una preparación adecuada. Pero en aquella temporada no surgieron conflictos.
“En esta campaña se presentó la necesidad de aplicar la resolución, porque los equipos de Cuba y Bulgaria tenían igual cantidad de victorias y derrotas en la Liga Mundial. En el Grand Prix estuvieron incluidos China, Cuba e Italia. Aunque las asiáticas tenían una posición ventajosa quedaron fuera de la final.
“Ese tipo de definición obliga a los técnicos a ser cuidadosos, pese a tener una situación favorable, porque no pueden controlar los puntos que realizará el rival. Eso le sucedió al entrenador de China.
“Algunos dicen que minimiza las opciones de los tramposos. Considero además que también es radical para los de comportamiento inadecuado. Ahora resulta cada vez más una quimera ganar invicto un certamen; y esa fórmula impide al técnico ofrecerle mucho descanso a las atletas, cuando posee un horizonte algo despejado en un clásico.”
Juego Muy limpio
“Además —aseveró el laureado estratega— apoya el juego limpio en tal magnitud que incluye hasta a los jueces de línea. Todos los árbitros saben que deben ser precisos, porque una desacertado decreto sobre una jugada podría sacar de la escena a un competidor”.
En el 2007 acontecerán varios certámenes importantes. Uno de ellos es la Copa del Mundo. Esa justa ofrecerá —otra vez— una visa para los Juegos Olímpicos. De nuevo el entorno competitivo será muy agudo, pues el equilibrio entre los seleccionados de voleibol avanza rápidamente en casi todos los continentes. El sistema de desempate por los puntos a favor y en contra es útil. Propicia el camino seguro, claro, al mejor competidor. Y obliga a los atletas a una entrega sin límites.

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