viernes, 3 de agosto de 2007

Jugar con clave sonera


Abelardo Oviedo
Foto Cortesía FIVB

La joven selección cubana de voleibol, clasificación masculina, deberá comportarse con el mismo rigor que la del 2005 (medalla de bronce en la Liga Mundial (LMV)) en el torneo de los XV Juegos Deportivos Panamericanos, pues a la afición le disgustará sobremanera que transiten otra vez por un camino similar al observado frente a Puerto Rico en la discusión del título de los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Cartagena de Indias, Colombia.
Y la postura de sus seguidores es correcta. Hace unos días los voleibolistas que ahora dirige Orlando Samuells desaprovecharon —en varias ocasiones— las posibilidades de éxito en algunos partidos de la LMV y quedaron fuera del grupo de los seis grandes. Esa conducta implicó —además— distanciarse por segunda ocasión consecutiva de la lucha por el máximo pergamino.
Aguas pasadas, según el filósofo, no mueven molino. Entonces, es preciso que eviten cometer tantas fallas sobre la cancha cubierta por Mondoflex de la polideportiva Maracanazinho, de Río de Janeiro, porque en su misma llave eliminatoria estarán los equipos de Canadá, Brasil y México cuyas plantillas exhiben bastante coherencia.
El calendario de juego para los antillanos es aceptable. Debutarán frente a los mexicanos. A mi modo de ver ese cotejo los despertará pues, aunque los aztecas no están rankeados a nivel internacional, poseen formulaciones ofensivas para apoderarse de la iniciativa del cotejo mediante el desconcierto.
Casi siempre buscan que la barrera de sus adversarios carezca de una notable eficiencia, tras enviar el ataque contra los antebrazos de los integrantes de ella, ó dejándo caer la pelota detrás del bloqueo. Los estrategas de México saben que nuestros muchachos poseen un poder de salto envidiable y seguramente indicarán también a sus alumnos realizar la mayoría de los ataques “fuera de tiempo”; y, en otras ocasiones, dirigirlos contra la mano del bloqueador más cercano a la varilla que delimita el terreno.
Tan pronto Bernardo Rezende, el DT de Brasil, supo que en el segundo partido del clásico sus alumnos enfrentarían a Cuba, indicó a los analistas de su equipo de trabajo que revisaran la porfía del campeonato mundial de Japón. Luego dijo a la prensa especializada: “Me preocupa encontrar otra vez a los cubanos. Están comportándose muy bien en la Liga Mundial”.
El sudamericano tiene razón. Los alumnos de Samuells pueden ofrecer otra vez un adusto rostro a los campeonísimos, como sucedió en la inauguración de la pasada cita mundialista. Una victoria frente a la verdeamarrilla, además de transportarlo a la cima de la llave A, elevaría notablemente la cotización del voleibol cubano.
Canadá tuvo una discreta actuación en la XVIII LMV, pero en el contexto hemisférico es uno de los equipos importantes. A mi juicio, el último rival de la preliminar es un competidor importante.
Qué necesitan nuestros voleibolistas para acceder al grupo elite de la disciplina, le preguntaron al DT cubano hace unos días. La respuesta fue inmediata: “Expresar su resistencia psíquica a todo lo largo de un partido. Cuando ello suceda, tendrán mayor estabilidad.”
Con respecto al encuentro hemisférico opinó: “Pensamos clasificar entre los dos primeros de la llave preliminar. Luego las cosas serán más complicadas. No obstante lucharemos por obtener una medalla”.

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