Abelardo Oviedo
¡La Cedeño! ¡La Cedeño!... ¡Pasa en primer lugar Teresa Cedeño! Estas voces se han escuchado en varias ocasiones en el patinódromo de Cienfuegos, sede de las ediciones de la Olimpiada del Deporte Cubano, y en el de La Habana, escenario también de justas con notable participación foránea como la de los atletas de Colombia y Venezuela.
RECUENTO
Cuando en 1996 recomenzó la furia del patinaje en la isla, Teresa Cedeño sacó de un baúl de recuerdos los útiles empleados por su mamá y se mezcló con los niños y jovencitos que cada tarde, o en otros horarios, dedicaban su tiempo a desarrollar habilidades.
Dos años después ella compitió en una prueba de maratón en la calle Santa Catalina, del municipio de Diez de Octubre, y enseguida fue captada para formar parte del grupo de atletas que se entrenaban en la academia de Ciudad de La Habana. En el año 2000 su nombre ya sonaba fuerte en la disciplina.
Debido a sus capacidades técnicas, la invitaron a entrenar con la preselección nacional y allí tiró anclas a causa de sus tres fortalezas: “Soy ambiciosa; me subió mucho el ego estar en el equipo nacional. También me considero perseverante; no detengo el entrenamiento hasta dominar la técnica del ejercicio planificado para esa sección.
Además, doy y recibo: hago aportes en todo lo que esté a mi alcance a muchas de mis compañeras de equipo menores de 20 años y de los varones tomo capacidad cuando hago tramos de velocidad junto a ellos.”
JUZGA Y VATICINA
La mejor patinadora de Cuba en la actualidad participa en actividades del patinaje desde que estaba en sexto grado. En su dossier competitivo figuran un certamen continental juvenil; clasificaciones para lides panamericanas de la disciplina y en los Juegos Deportivos Panamericanos de 2003.
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias, Colombia, obtuvo cuatro lugar en 200 metros y en el relevo.
“Luego de seis años de práctica, esperaba lograr un rendimiento más alto. No pudo ser, entre otras cosas, porque enfermé diez días antes de viajar y disminuyó un poco mi nivel competitivo. Eso es fatal cuando se tienen adversarias de clase mundial como las colombianas y venezolanas.
“Admiro a mis colegas colombianas porque su destreza y técnica son increíbles, casi únicas en el mundo. Entrené con ellas varios días y es casi perfecta la organización de las prácticas.
“No me asombra tanto el quehacer de los venezolanos y mexicanos. En el 2001 Venezuela carecía de alta presencia en nuestra disciplina. Desde entonces, trabajaron y compitieron mucho. Varios muchachos son campeones mundiales. Los mexicanos patinan bien, pero no los considero inalcanzables.”
“En Cartagena de Indias nos dimos cuenta de que podemos estar más cerca de la cima continental del deporte”, precisó la estudiante de tercer año de Licenciatura en Economía.
PARA CRECER
Aunque realicen un esfuerzo titánico, nuestros patinadores no podrán destruir totalmente la supremacía de los colombianos en este ciclo. Cedeño está de acuerdo con ese parecer pero asevera: “Estamos en condiciones de lograrlo antes de lo que ellos se imaginan. Solamente necesitamos los implementos requeridos; intercambiar con la federación colombiana para estudiar sus parámetros técnicos; y la construcción de una pista para lograr mejores elementos esenciales para la velocidad.
“El patinaje cubano no necesita viajar a Europa para tener un fogueo de calidad. En Colombia se realizan todos los meses fases del campeonato nacional. Esas lides conceden puntos a los locales con vistas a integrar el equipo nacional. Si nos insertamos en ese circuito, aumentaremos nuestras capacidades técnicas y competitivas.”
RÍO DE JANEIRO 2007
La otra gran prueba para los patinadores del continente será los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro. Teresa sabe de la magnitud del desafío y asegura: “Soy optimista. Alcanzaremos dos o tres medallas de bronce. Los atletas cubanos tenemos voluntad y coraje. Esas cualidades las poseen pocos atletas en el mundo. Y esa es una ventaja inalcanzable”.
¡La Cedeño! ¡La Cedeño!... ¡Pasa en primer lugar Teresa Cedeño! Estas voces se han escuchado en varias ocasiones en el patinódromo de Cienfuegos, sede de las ediciones de la Olimpiada del Deporte Cubano, y en el de La Habana, escenario también de justas con notable participación foránea como la de los atletas de Colombia y Venezuela.
RECUENTO
Cuando en 1996 recomenzó la furia del patinaje en la isla, Teresa Cedeño sacó de un baúl de recuerdos los útiles empleados por su mamá y se mezcló con los niños y jovencitos que cada tarde, o en otros horarios, dedicaban su tiempo a desarrollar habilidades.
Dos años después ella compitió en una prueba de maratón en la calle Santa Catalina, del municipio de Diez de Octubre, y enseguida fue captada para formar parte del grupo de atletas que se entrenaban en la academia de Ciudad de La Habana. En el año 2000 su nombre ya sonaba fuerte en la disciplina.
Debido a sus capacidades técnicas, la invitaron a entrenar con la preselección nacional y allí tiró anclas a causa de sus tres fortalezas: “Soy ambiciosa; me subió mucho el ego estar en el equipo nacional. También me considero perseverante; no detengo el entrenamiento hasta dominar la técnica del ejercicio planificado para esa sección.
Además, doy y recibo: hago aportes en todo lo que esté a mi alcance a muchas de mis compañeras de equipo menores de 20 años y de los varones tomo capacidad cuando hago tramos de velocidad junto a ellos.”
JUZGA Y VATICINA
La mejor patinadora de Cuba en la actualidad participa en actividades del patinaje desde que estaba en sexto grado. En su dossier competitivo figuran un certamen continental juvenil; clasificaciones para lides panamericanas de la disciplina y en los Juegos Deportivos Panamericanos de 2003.
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias, Colombia, obtuvo cuatro lugar en 200 metros y en el relevo.
“Luego de seis años de práctica, esperaba lograr un rendimiento más alto. No pudo ser, entre otras cosas, porque enfermé diez días antes de viajar y disminuyó un poco mi nivel competitivo. Eso es fatal cuando se tienen adversarias de clase mundial como las colombianas y venezolanas.
“Admiro a mis colegas colombianas porque su destreza y técnica son increíbles, casi únicas en el mundo. Entrené con ellas varios días y es casi perfecta la organización de las prácticas.
“No me asombra tanto el quehacer de los venezolanos y mexicanos. En el 2001 Venezuela carecía de alta presencia en nuestra disciplina. Desde entonces, trabajaron y compitieron mucho. Varios muchachos son campeones mundiales. Los mexicanos patinan bien, pero no los considero inalcanzables.”
“En Cartagena de Indias nos dimos cuenta de que podemos estar más cerca de la cima continental del deporte”, precisó la estudiante de tercer año de Licenciatura en Economía.
PARA CRECER
Aunque realicen un esfuerzo titánico, nuestros patinadores no podrán destruir totalmente la supremacía de los colombianos en este ciclo. Cedeño está de acuerdo con ese parecer pero asevera: “Estamos en condiciones de lograrlo antes de lo que ellos se imaginan. Solamente necesitamos los implementos requeridos; intercambiar con la federación colombiana para estudiar sus parámetros técnicos; y la construcción de una pista para lograr mejores elementos esenciales para la velocidad.
“El patinaje cubano no necesita viajar a Europa para tener un fogueo de calidad. En Colombia se realizan todos los meses fases del campeonato nacional. Esas lides conceden puntos a los locales con vistas a integrar el equipo nacional. Si nos insertamos en ese circuito, aumentaremos nuestras capacidades técnicas y competitivas.”
RÍO DE JANEIRO 2007
La otra gran prueba para los patinadores del continente será los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro. Teresa sabe de la magnitud del desafío y asegura: “Soy optimista. Alcanzaremos dos o tres medallas de bronce. Los atletas cubanos tenemos voluntad y coraje. Esas cualidades las poseen pocos atletas en el mundo. Y esa es una ventaja inalcanzable”.
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