Otra Omara con afinación perfecta

Es la velocista discapcitada de la categoría T13 (débiles visuales) de mayor glamour en el planeta. Llogró un inolvidable “borrón y cuenta nueva” en su vida atlética.La santiaguera posee entre sus lauros una marca relevante 11,99 segundos en el hectómetro. Según los especialistas ese crono retará, hasta bien adentrado el cuatrienio, a los competidores de la división.

Por ABELARDO OVIEDO DUQUESNE
Fotos ARMANDO HERNÁNDEZ      

LAS lesiones son propias del deporte, pero menos-caban los sueños. Por un pasadizo similar transitó la velocista Omara Durand en 2008. Antes de compare-cer a los Juegos Olímpicos Beijing sufrió una lesión en el muslo derecho y ello la obligó a distanciarse de los entrenamientos. Por esa razón llegó un tanto por debajo de su forma óptima a la fiesta cuatrienal escenificada en la capital de la República Popular China. Y para colmo de males, en el estadio Nido de Pájaro contrajo una distensión muscular que la vetó de escalar al podio de premiaciones de su categoría: T13-débiles visuales.

Tras la recuperación, volvió a la competencia y ob-tuvo el derecho de asistir al máximo escenario del de-porte. Y en la capital del reino Unido de la Gran Breta-ña fijó su nombre entre las triunfadoras, pues con-quistó un doble (100-12 segundos; 400-55,12). Y confirmó un “borrón y cuenta nueva” en su vida atléti-ca.

La jovencita sonó en la afamada metrópoli europea. Con los 12 segundos del hectómetro lideró, inobjeta-blemente, la justa y quedó a una centésima del récord mundial, establecido por ella misma en los IV Juegos Parapanamericanos de Guadalajara, México, en 2011.

Y lamentó que no hubiesen convocado la liza de 200: “Tenía posibilidades de añadir un título más, pero estoy muy contenta con estos dos, que es lo más grande que me ha pasado en mi vida”, expresó la plusmarquista mundial de los 200 (24,24) y 400 (54,89) de su división

“Llegué a Londres optimista, porque había logrado buenas actuaciones en el mundial de Christchurch, Nueva Zelanda, en 2011. Por supuesto estaba un po-quito tensa. Para lograr un título olímpico es necesario comportarse muy cerca de la perfección.

“Allí encontré a casi todas las rivales de fuerza en la final mundialista. En 400 no asistió la marroquí que ganó en Beijing, pero clasificó una tunecina de altísimo nivel. . Pensé que podría alcanzar un mejor tiempo en los 100 metros. En la otra prueba sí ratifiqué mi fortaleza”, reveló la doble titular en la pasada cita universal.

El deporte rey siempre cautivó desde niña a la Durand. Destacó en esa especialidad desde que era alumna de la escuela primaria Antonio Fernández León; y en la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético Israel Reyes Zayas: “También me gusta el voleibol y la gimnasia rítmica”, aseveró la muchacha que ingresó en la preselección nacional de discapacitados en 2007.

Sin dudas, la afinación de Omara sobre el óvalo es perfecta, similar a la mostrada, en todo momento, por su tocaya de apellido Portuondo en los escenarios del planeta. Pero su rostro mostró un ligero cambio al re-ferirse a la sanción por la salida en falso: “Los velocis-tas nos sentimos presionados por la magnitud de la competencia y los adversarios. Es una pena que un campeón no pueda luchar por revalidar su título, por causa de una leve falla; y el público no disfrute de un emotivo espectáculo. Creo que la medida debe ser menos drástica, pues el atleta pierde en un instante años de trabajo y esfuerzo.

“La carrera de 100 metros no era mi evento fuerte. Ahora me siento cómoda. Aprendí a salir rápido del bloque. Y a arrancar en la recta. Me falta mucha experiencia para considerarme como buena en ese aspecto”.

En abril de 2013 Omara será mamá. Así, la vida le entregará su mayor y más lujosa medalla. Por esa razón estará ausente del campeonato mundial de Lyon, Francia (19 al 28 de julio). Pero espera reincorporarse pronto al entrenamiento porque tendrá el apoyo de Haydis Elías, la mujer que la trajo al mundo: “Haré todo lo qposible para alcanzar una plaza para los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro en 2016. Y lucharé por conseguir dos medallas. Una logra las metas si tiene voluntad”.