Misión cumplida en Guadalajara

Por Roberto Ramírez (Semanario JIT)

Guadalajara.- Para nadie era un secreto que los Juegos Panamericanos disputados en esta urbe resultarían un muy exigente compromiso para el deporte cubano.

Limitaciones económicas no ajenas al sector, el auge de un Brasil proyectado hacia su disfrute como sede olímpica en el 2016 y la favorable situación de un México bien preparado para celebrar en casa eran condiciones claramente identificadas.

Como la presencia de nacionalizados que a la postre tributaron triunfos a quienes les acogieron, la contribución de entrenadores de la isla en varias naciones y la contratación de técnicos asiáticos y europeos en otras.

Los encargados de dar seguimiento al comportamiento de los contrarios conocían también que muchos de estos se movieron ampliamente en la arena internacional, mayoritariamente respaldados por sólidos patrocinios, y no pocos consiguieron victorias importantes camino a la cita con escenario en la capital de Jalisco.

En medio de esas y otras realidades que incrementaron la magnitud de la batalla a librar, los estrategas cubanos tuvieron que acudir a todo su talento para optimizar los recursos disponibles, comprensiblemente inferiores a los deseados, y chequear al detalle cada paso del adiestramiento.

Por si fuera poco, asegurar presencia en la lid demandó enfrentar numerosos certámenes clasificatorios en coincidencia con una situación económica internacional provocadora de incrementos de los precios relacionados con traslados, hospedaje y otros temas imprescindibles para competir extra fronteras.

Un panorama que igualmente pesó sobre las importaciones requeridas para disponer de aseguramientos vinculados a la puesta en forma, que van desde recuperantes y medicamentos hasta implementos.

Por eso, aunque lo alcanzado aquí no justifica el conformismo ni debe desterrar de los análisis el adecuado espacio para lo que no estuvo bien, hay sobradas razones para celebrar la ratificación del segundo lugar por países sostenida con 58 pergaminos fraguados en 11 deportes.

Sobre todo por saberlo fruto de una delegación genuinamente nacional, sin atletas importados ni entrenadores necesitados de traductores, y por haberse concretado en premio a una convicción defendida a base de entrega, contraria a los descreídos que vaticinaron el caos.

Hubo actuaciones por debajo de lo esperado, pero imperó siempre el ambiente de unidad, en consecuencia con el compromiso contraído ante la imagen de José Martí en el acto de abanderamiento.

Era esperado que solo en los últimos días se produjera el ascenso definitivo, mas fue necesario ajustarse a lo previsto para cada jornada, porque también era sabido que la rivalidad haría muy difícil recuperar posiciones cedidas.

De ahí el significado de premios devenidos respuestas a otros no alcanzados, como los de la tiradora Dianelys Pérez, la ciclista Arlenis Sierra o la taekwondoca Glennys Hernández, por solo mencionar ejemplos de féminas, protagonistas especiales de la cosecha.

Cualquier recuento más abarcador tendría que detenerse en récords, conquistas llegadas tras lesiones, madres que dejaron en casa a niños pequeños o triunfos sobre contrarios bien ranqueados, pero el saldo general es ahora lo más importante, y para resaltarlo son estas líneas.

Vale, eso sí, recordar que la bien armada dotación brasilera quedó en el intento pese a suscribir el mejor desempeño de un país anfitrión cuatro años antes, pero insuficiente para evitar desventaja de 10 metales áureos.

Y que México presionó con cifra histórica de 42 cetros, superando ampliamente la anterior (23), que databa de Mar del Plata´95, y pasó del sitio cinco al cuatro en comparación con lo sucedido en Río de Janeiro´07.

Colombia experimentó un alza considerable, con 10 reinados más (24), pero aun así no pudo superar el sexto escaño, y Canadá cerró con nueve menos (30), mermado del cuarto al quinto.

Ello ilustra cómo se comportó la disputa, donde Cuba volvió a ser punto de mira, generó aplausos, muchas muestras de cariño, y lanzó otro mensaje que dejó boquiabiertos a quienes no confiaron.

¿Que Estados Unidos no viajó con sus principales exponentes? Es cierto, pero el panorama fue parejo y las variantes con ellas en lidia no solo habrían producido cambios en el botín de la isla.

Quiere eso decir que ningún argumento es válido para restar alcance a las páginas escritas aquí, y amén de los estudios a realizar en busca de experiencias y proyecciones, la misión fue cumplida.