lunes, 11 de julio de 2011

Rusia, el nuevo jerarca

Por Abelardo Oviedo Duquesne
Fotos FIVB

Luego de casi diez años de espera, el equipo de Rusia conquistó el primer lugar de la XXII Liga Mundial de Voleibol, tras superar al de Brasil 3-2 (23x25, 27x25, 25x23, 22x25, 15x11) en la sala Ergo de la ciudad polaca de Gdansk. El éxito satisfizo a la afición de aquella, pues por primera vez en los últimos ciclos deportivos su representación llega a la definición de un certamen y alcanza el máximo lauro.

Rusia, sin dudas, tuvo un desempeño notable en la versión de la cita anual instaurada en 1990. La formación sublíder en 2010, disfruta por segunda ocasión de la cima. La primera fue en el 2002 cuando el máximo escenario fue Bello Horizonte, Brasil.

Comandó el apartado B de la preliminar con 11V-1D y archivó 31 unidades. Intervino, y triunfó, en las dos decisiones de cinco parciales. Lideró siete cotejos 3x0 y dos 3x1sets. Cedió ante Bulgaria 1x3 parciales.
Su bloqueo, entre otras acciones, destruyó las aspiraciones triunfales de Cuba y Estados Unidos en la final. En semifinales sobrepasó a Polonia 25x22, 25x23, 22X25, 25x17 puntos.

El director técnico Vladimir Alekno declinó asistir al intercambio con los periodistas. Lo sustituyó el manager del equipo Oleg Moliboga: “Tuvimos suerte al final del juego. Brasil es el mejor equipo del mundo. Hoy fuimos afortunados. Somos uno de los mejores seleccionados del planeta. El encuentro resultó muy cerrado, pero esta vez nos comportamos a mayor altura. La atmósfera en la sala fue sorprendente. Jugamos frente a Polonia y la afición apoyó a sus coterráneos, pero fue cortés con nosotros. Es agradable competir aquí.”

El entrenador brasileño, Bernado Rezende, apuntó: “Merecieron la victoria. La estadística dice que tuvieron mejor transición. Acumularon nueve puntos más que nosotros. Ellos presionaron mucho con el saque y la ofensiva. Y fueron eficaces en el trabajo sobre la net. Tienen potencial para dominar. Trabajamos muy duro para tener un triunfo ante ellos. Algunos de mis jóvenes alumnos se sienten realizados, no alegres, cuando asisten a una final. Ahora tenemos que descubrir las razones de este resultado. Analizarlas y ver qué lección podemos sacar de este cotejo.”

Argentina y Polonia
La albiceleste discutió el tercer escaño con los polacos y salió por la puerta estrecha con marcadores de 18x25, 23x25, 22x25 unidades. Ambas escuadras elevaron su reputación, pues consiguieron su mejor resultado en la cita.

El técnico gaucho, Javier Weber precisó: “Jugamos muy por debajo de nuestras posibilidades. Los polacos lo hicieron mucho mejor en ataque y servicio y ello marcó la diferencia. Me siento mal, porque esperaba alcanzar una medalla. Estoy satisfecho con el equipo, pues jugaron de manera muy bien durante todo el evento. Es una terrible experiencia para nosotros.

“Mis jugadores son jóvenes, deseosos de jugar todo el tiempo. Luciano De Cecco es un fantástico voleibolista, pasador. Creo que en uno o dos años será el mejor del mundo. El necesita ir paso a paso, porque esa es una posición muy difícil. Sin embargo él entiende cómo comportarse. Tengo alumnos talentosos, pero lo más importante es jugar como equipo.”

Andrea Anastasi, su colega, puntualizó: “Argentina es un gran elenco y debemos observarlos porque juegan de manera increíble. Me gusta su sistema de juego y me gustaría utilizarlo. Weber es un gran técnico. Quiero agradecer la colaboración de los organizadores, mis asistentes y los jugadores. Ellos comprendieron mi método de trabajo. Trabajamos duro. Ellos comprobaron que la fuerza no es siempre necesaria y yo estoy satisfecho por eso.

“Tuvimos poca suerte al comienzo del evento, pero sobrevivimos. Lo básico para mí es el corazón y la pasión que aprecié hoy en la cancha. Mis alumnos creen en la victoria y en nuestro proyecto. Y yo en eso y en ellos. Después de un éxito los equipos son más confiables, pero todavía debemos trabajar.”

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