lunes, 26 de julio de 2010

Pero seguimos en la elite


Por Abelardo Oviedo
Foto FIVB

Unos días antes de empezar la XXI Liga Mundial de Voleibol (LMV) el técnico de la selección nacional, Orlando Samuels, dijo en una conferencia de prensa celebrada en el Hotel Meliá Habana: “Los muchachos están en buena forma, a pesar tener menos partidos de fogueo. Sin embargo, esperamos mejorar nuestra actuación del año pasado ya que nuestro equipo ahora es más maduro.”

Y para bien de la disciplina en la Mayor isla de las Antillas, los alumnos del colectivo técnico que también conforman Idalberto Valdés y Nicolás Vives confirmaron las apreciaciones de su estratega (y quizás la del pulpo Paul) en todos los escenarios de competencia.

Por intermedio de una respetable ofensiva y aceptable nivel defensivo, los caribeños compensaron, en alguna medida, las fallas acontecidas en la recepción y garantizaron, por esfuerzo propio, la inclusión entre los seis grandes y la permanencia en el cuarto escalón de la clasificación general del evento. El desempeño de la selección cubana significó para algunos una sorpresa y para otros la certificación.

En este momento ninguno de los bandos duda de la profundidad del conjunto que accedió, por segunda ocasión consecutiva, al selecto apartado de la competencia porque cedió solo una vez en la preliminar (Polonia 0-3) y barrió a los restantes adversarios en los dos choques de ida y de vuelta. Ese desempeño les propició un palmarés de 11V-1D, una de las mejores realizaciones en los últimos cinco años.

La relevancia de los antillanos en la primera versión liguera de la actual década también circula por la conducta en los choques extendidos a cinco parciales, pues sobresalieron en cuatro de los seis efectuados en toda la competencia.

Por intermedio de diversos criterios puede indicarse el nuevo alcance de los voleibolistas cubanos. Tal vez el más importante sea la capacidad para reponerse de la adversidad. La mayor prueba sobre ese parecer lo constituye la victoria 3x0 ante el siempre lujoso Italia, luego de la derrota frente a Rusia.

Como todo competidor nuestro representativo pudo obtener más. Tras la derrota ante Serbia por la medalla de bronce Orlando Samuels dijo: “Esperábamos terminar en el tercer lugar, porque jugamos muy bien durante todo el torneo. Nos falta experiencia. Este es un equipo que necesita aprender a comportarse en este nivel y saber cómo es la competencia. ”

Brasil, el campeón defensor, repitió el éxito a pesar de contar con una plantilla renovada y acumula nueve máximos pergaminos. Los auriverdes revelaron otra vez una filosofía de juego muy articulada, casi sin fisuras. Pasaron la ronda preliminar sin contratiempos: 11V-1D. Obtuvieron dos sonrisas por 3-0 y seis por 3-1. Efectuaron tres choques extendidos a cinco sets y en dos ocasiones batieron a Bulgaria y en una a los holandeses. La única derrota en esa fase sucedió cuando recibieron a los Tulipanes durante la segunda semana de competencia. El marcador fue 0-3 sets.

Esta vez los sudamericanos afrontaron mayor oposición en el tramo decisivo. Argentina, Serbia, Cuba y Rusia plantaron un enérgico rostro y el técnico Bernardo Rezende debió indicar imprescindibles formulaciones ofensivas para evitar el naufragio. La canarinha es la referencia obligada. Ha estado presente en nueve de las últimas diez finales de la LMV.

En este aniversario veintiuno del foro instaurado en 1990 Rusia, medallista de bronce en el 2009, fue la vedette de la clasificatoria pues mantuvo el invicto en las ocho primeras jornadas de competencia. Lo perdió ante Finlandia el 3 de julio con pizarra de 1x3 sets. La otra derrota fue ante Estados Unidos 0x3 parciales en las postrimerías del tramo. Alcanzaron un balance de 10V-2D en esa etapa.

El combinado ruso ha discutido la supremacía con los sudamericanos en tres ocasiones. Ganó el título en Bello Horizonte, Brasil, en el 2002, y se convirtió en el quinto de los seis países líderes de la competencia. Fue relegado en Katowice, Polonia, en el 2007. Luego de sus triunfos en la final ante Italia y Cuba en cinco parciales, muchos analistas consideraron que los europeos reeditarían la actuación alcanzada en territorio sudamericano a principios de esta centuria. Pero en la fecha conclusiva los brasileños les impidieron emplear su fortísima arma, el servicio, y cayeron 22x25, 22x25, 25x16, 23x25 puntos.

Serbia, subtitular en la pasada versión liguera, tuvo dificultad para traspasar algunos de los seis tamices que establece la primera parte de la justa. Finalizó con 9 éxitos frente a tres fracasos. Intervino en cinco desafíos extendidos a cinco parciales. Ganó tres (Italia, China) y cayó frente a los bambinos y franceses.

Los serbios prescindieron de los astros Ivan Miljovic, Nicola Grbic y Andrija Geric. No obstante el colectivo mantuvo una capacidad de trabajo apreciable, fundamentalmente por la destreza de los atacadores centrales Marko Podrascanin y Dragan Stankovic, así como por la del opuesto Sasa Stanovich. Después de la victoria frente a Cuba 3-2 (28x30, 25x20, 22x25, 25x22, 15x12), que le proporcionó el tercer escaño, el técnico serbio Igor Kolakovic hizo catársis: “Muchas personas en nuestro país desconfiaban de este colectivo. Fue un choque excitante hasta la última acción. Es un gran resultado para nosotros.”

Italia recuperó un porciento de la antigua imagen al figurar entre los seis primeros. La azurra rindió una aceptable faena en la preliminar al adjudicarse 9V-3D y triunfar en tres de los cinco rompecorazones. Los multicampeones ligueros organizarán la próxima liza universal. Y, según trascendió, la federación de aquella nación espera un rendimiento mejor al obtenido por los futbolistas en Sudáfrica.

El colectivo técnico de Argentina decidió foguear a todos sus jugadores durante la fase intercontinental y cedió en los 12 desenlaces. Otra fue la proyección de los albicelestes en la sala ubicada en la segunda ciudad en importancia de su país. Pero el triunfo les resultó esquivo y pasaron a la historia del clásico como el único anfitrión sin una raya en la casilla de la victoria.

Cada certamen deja su leyenda. El adiós de la XXI LMV fue, tal vez, mucho más intenso de lo esperado y dejó una estela sui generis, pues solamente tres desafíos concluyeron por 3-0 set; dos por 3-1 y cinco por 3-2 sets. Y los grandes continuaron en el mismo rango. Solo hubo un cambio en las posiciones con respecto a Belgrado 2009. Serbia fue tercero y Rusia sublíder.

Los Laureados:
Anotadores: Maxim Mikhaylov (RUS) 80 puntos.
Atacadores: Rodrigo Quiroga (ARG) 60.47 % de eficiencia
Bloqueadores: Dmitriy Muserskiy (RUS) 0.94 por set.
Servicio: Joandry Leal Hidalgo (CUB) 0.41 por set.
Defensa: Alexis Gonzalez (ARG) 2.63 por set.
Pase: Luciano De Cecco (ARG) 9.13 por set.
Receptores: Mario Junior Da Silva Pedreira (BRA) 66.67 de eficiencia.
Líberos: Mario Junior Da Silva Pedreira (BRA) 6.94 por set.

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