domingo, 20 de junio de 2010

Escándalo francés en Sudáfrica


Tomado de Marca (digital)

Los jugadores franceses se negaron a entrenarse en la sesión prevista para la tarde en Knysna en protesta por la expulsión de Nicolas Anelka, según la carta que escribieron y que fue leída por el seleccionador, Raymond Domenech.

"La Federación Francesa nunca ha intentado proteger al grupo. Ha tomado una decisión unilateral basada en hechos relatados por la prensa. Como consecuencia, y para mostrar nuestra oposición a esta medida, todos los jugadores han decidido no participar en la sesión de entrenamiento de hoy", dice la carta leída por Domenech.

Este mismo domingo se produjo un altercado entre el capitán, Patrice Evra, y el preparador físico Robert Duverne, según confirmó el delegado de la Federación, Jean-Louis Valentin, que presentó su dimisión. La discusión tuvo lugar en el césped y ante la mirada decenas de aficionados que habían acudido a una sesión preparatoria inicialmente abierta al público.

El capitán de 'les bleus' desmentía ciertos rumores que señalaban a Duverne como el traidor que había filtrado la información. "Deseo desmentir con vigor la información de ciertos medios, -donde se señalaba- que nuestra negativa de entrenar sería motivada por el hecho que considerábamos a Robert Duverne como el traidor". Evra aseguró que "todo esto es falso, siempre tuvimos plenamente confianza en Robert".

Duverne, un hombre muy próximo al seleccionador, Raymond Domenech, llegó incluso a lanzar su silbato al suelo, antes de ser calmado por otros colegas. Posteriormente, los jugadores decidieron suspender unilateralmente el entrenamiento, indicó Valentin. "Los jugadores no quieren entrenarse. Es una vergüenza. En estas condiciones he decidido volver a París y dimitir", afirmó el delegado federativo.

Se trata de un nuevo capítulo de la tensión que vive la concentración de Francia, equipo que está al borde de la eliminación en primera ronda del Mundial de Sudáfrica. La tensión rozó el paroxismo el pasado jueves en el descanso del partido contra México, cuando Nicolas Anelka dijo a Domenech: "Vete a tomar por culo, sucio hijo de puta".
El delantero del Chelsea fue expulsado del Mundial, mientras los jugadores le han disculpado y han atacado al "traidor" que reportó esa conversación a la prensa. El centrocampista Frank Ribéry aseguró, por su parte, que la situación "ha explotado" y señaló que Francia es el hazmerreír del Mundial.

La Federación se siente costernada por esta decisión. A través de un comunicado, el presidente de la Federación Francesa Jean-Pierre Escalettes señaló que "tomó nota con consternación de la negativa de los jugadores del equipo de Francia de participar en el entrenamiento " el domingo y denuncio un "movimiento inaceptable" y un "comportamiento inadmisible de los jugadores representantes nuestro país".

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