miércoles, 23 de junio de 2010

El sonido de la malla alta


Por Abelardo Oviedo

Fotos FIVB

No obstante los considerables decibeles que producen las vuvucelas en la fiesta del fútbol allá en Sudáfrica, los aficionados de esa disciplina escucharán los nombres de los cuatro grandes que pugnarán por el cetro de la XXI Liga Mundial de Voleibol (LMV) en la ciudad argentina de Córdoba.

En efecto, la nueva edición del clásico instaurado en 1990 está en el período de las definiciones y, como es habitual, aumenta la presión competitiva para los integrantes de los seleccionados con opciones de viajar a la urbe sudamericana.

Cuba acumuló cinco victorias y un fracaso en la primera mitad de la cita, tras doblegar por 2-0 a Argentina (3x1, 3x2) y Alemania (3x0, 3x1); y dividir honores con Polonia (3x2, 0x3). Así refrendó la actuación del 2009 en ese segmento de la controversia.

Todavía resulta audaz señalar los líderes de las cuatro llaves de la competencia, pues restan por celebrarse delicados encuentros. En la campaña anterior, los cubanos encabezaron el apartado C con 26 puntos a causa de 8 victorias y 4 derrotas, por delante de los otros inquilinos: Rusia (23-8V-4D.), Bulgaria (15-5V-7D) y Japón (9-3V-9D).

El desempeño de los alumnos de Orlando Samuels, Idalberto Valdés y Nicolás Vives en las tres primeras fracciones de esta versión liguera fue juzgado de distintas maneras, porque exhibieron algunas incoherencias sobre el rectángulo de la Ciudad Deportiva capitalina.

Casi todas las críticas tuvieron un bajo perfil, debido a que los integrantes de la alineación titular dejaron huellas en los adversarios. Raydel Hierrezuelo aprovechó los instantes apropiados para ejecutar la ofensiva tras el primer pase; exhibió visión de juego al entregar con precisión la esférica a los atacadores Fernando Hernández, Wilfredo León y Joandry Leal, para que remataran desde la zona zaguera del terreno con despreciable oposición. Robertlandi Simón confirmó su rol de capitán. En los espinosos momentos de los encuentros constituyó la pieza esencial en el ataque y la defensa sobre la net. Una actuación parecida, pero menos espectacular, enseñó Osmany Camejo. El líbero Kleiber Gutiérrez levantó envenenados remates.

Al igual que sus colegas de otras naciones, ellos emplearon frecuentemente el saque ofensivo y en varias oportunidades estrellaron la pelota contra la net. Pero fue escasa la censura, pues esa acción implica correr riesgo, cuando es corto el fogueo precompetencia.
Sin dudas, el punto más flaco de nuestra representación fue la inestabilidad en la defensa.
En casi todos los desenlaces, algunos remates de los huéspedes tuvieron pálida oposición y cayeron en terreno desprotegido. A pesar de esas inexactitudes, ellos dejaron una grata impresión en los técnicos foráneos. Antes de viajar a su país Javier Weber, otrora pasador de la formación nacional argentina, comentó: “Los cubanos nos atacaron mucho con el servicio e hicieron muchos puntos. Perdimos la oportunidad de superar a un gran equipo. No fuimos lo suficientemente veloces en la definición de los movimientos y Cuba aprovechó esas fallas.”

Por su parte el técnico de Alemania, Raúl Lozano, puntualizó: “Mi equipo mostró el peor comportamiento del año. No pudimos cumplir con dos parámetros esenciales, como son bloqueo–recepción, defensa-ataque. Cuando un elenco juega por debajo de su habitual nivel competitivo, es necesario pensar en el mérito del contrario y en nuestros errores.”

El resultado del encuentro con los polacos fue desventajoso para los cubanos, pues ganaron por 3x2 y cedieron 1x3. La nueva reglamentación concede solo tres puntos a los éxitos por 3x0 y 3x1 sets; y dos a los obtenidos en cinco parciales. Así, mientras los cubanos sumaban dos unidades los visitantes se adjudicaban el doble.

El técnico de los europeos, Daniel Castelani, sentenció: “Conocí al equipo cubano el pasado año y dije en Polonia que estaba un escaño por encima de los restantes, al igual que Brasil. El poderoso ataque y servicio de sus jugadores lo convierte en un fuerte candidato para ganar el título en el venidero campeonato mundial en Italia.”

Desde hace varias temporadas el voleibol obedece a otra reglamentación. Ahora todos los sets son de muerte súbita (todo vale); y ello obliga, entre otros detalles, a formar un jugador con un adecuado control emocional.
Los muchachos del elenco nacional exhibieron la fortaleza de un combinado experimentado, por ganar en cinco tramos el segundo cotejo de la subserie ante los argentinos: 32x34, 25x23, 20x25, 25x17,15x13; y el primer encuentro frente a Polonia:19-25,25x16,17x25, 25x23, 15x10 puntos. Esas dos victorias tienen una incidencia positiva sobre ellos, pues tal vez antes de concluir esta fase clasificatoria asistan a desafíos de similar naturaleza. Y les urge, como a cualquier otro de los competidores, adquirir buenas calificaciones.

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