Argentina sufrió en La Habana

Abelardo Oviedo
Foto FIVB
La selección nacional de voleibol, clasificación masculina, que interviene en la XXI Liga Mundial de Voleibol aprovechó su condición de anfitrión y derrotó por 3-1 y 3-2 sets a su similar de Argentina en la ciudad deportiva capitalina. De esa forma tuvo una apertura similar a la alcanzada en la pasada versión del clásico anual cuya próxima final acogerá la ciudad argentina de Córdova.

Como sucede a todo equipo escasamente fogueado, la formación cubana tuvo dos rostros en las noches de competencia. En la primera jornada alinearon Robertlandi Simón, Osmany Camejo, Raydel Hierrezuelo (acomodador), Rolando Cepeda, Yoandy Leal; y como líbero Kleiber Gutiérrez. Ellos funcionaron de manera elocuente. Hierrezuelo aprovechó cada ocasión propicia para ejecutar la ofensiva tras el primer pase; y exhibió visión de juego al entregarle la esférica al atacador zurdo Cepeda, o a Leal, para que éstos remataran desde la zona zaguera del terreno con escasa oposición.

Al igual que los otros 15 combinados envueltos en la nueva pugna liguera, los alumnos de Orlando Samuels, Idalberto Valdés y Nicolás Vives emplearon frecuentemente el saque ofensivo y, en varias oportunidades, estrellaron la pelota contra la net. Pero como esa conducta es parte del voleibol moderno, fueron pocas las censuras después de acontecer la mencionada inexactitud. Los marcadores de ese encuentro fueron 25x23, 25x20, 21x25 y 25x18.

Sin lugar a dudas, el punto flaco de los anfitriones fue la defensa, pues muchas veces los ataques de los visitantes cayeron en terreno desprotegido sin mucha oposición. La inestabilidad ofensiva de algunos jugadores resultó otro lado reprochable. En el cotejo de apertura Leal demolió la resistencia sudamericana y en la despedida su accionar fue discreto. Por esa y otras razones, como la falta de coherencia para defender, el Cuba accedió a la victoria por 32x34, 25x23, 20x25, 25x17, 15x13 puntos.

Argentina coincidió con nuestro representativo en la ronda preliminar de 1996 y 1999. Antes de este nuevo encuentro la pizarra ofrecía un saldo favorable para los antillanos de seis victorias y dos derrotas. La plantilla que dirige de Javier Weber figura entre las más combativas de la disciplina. Y confirmaron el parecer de los observadores, en el recinto ubicado en la intercepción de las avenidas Rancho Boyeros y Vía Blanca.

En ninguno de los debates los discípulos del otrora armador bajaron la cabeza, no obstante tener serias desventajas en el marcador. Siempre buscaron las vías para retomar la iniciativa de las acciones. Además, sancionaron rigurosamente los errores cometidos por los caribeños, debido a su amplio arsenal técnico-táctico.

Opiniones de los técnicos
Por supuesto, en las dos primeras noches ligueras Weber estuvo desvelado. Tal vez nunca pensó que los cubanos sobresalieran en los dos choques. En el primer intercambio con los periodistas ofreció el siguiente parecer: “Cuba logró un claro resultado. Mis alumnos se desempeñaron bien en los tres primeros sets, pero fallamos un poco con el servicio y pienso que eso marcó la diferencia.Los cubanos nos atacaron mucho con el saque e hicieron muchos puntos a través de esa acción, aunque el nivel ofensivo de los dos elencos fue bueno eventualmente.”

Un día después puntualizó: “Perdimos la oportunidad de superar a un gran equipo. Tuvimos una ventaja de cinco puntos en el segundo set pero fallamos. No fuimos lo suficientemente veloces en la definición de los movimientos y Cuba aprovechó.

“Crecimos en relación con la primera presentación. Mostramos buen ataque, así como una acertada proyección en el servicio, el bloqueo y la defensa. El primer día fue imposible contener el ataque de los cubanos. Estábamos anonadados, porque realmente fue un cotejo que se nos desprendió de la punta de los dedos.”

Samuels
Luego de alcanzar la primera sonrisa en el clásico, el técnico cubano, Orlando Samuels, comentó: “Estoy satisfecho con el resultado, porque no tuvimos muchos partidos de preparación. Se produjeron pasajes de juego interesantes y duros. Los dos conjuntos enseñaron mucha entrega. En el cuarto set vimos la posibilidad de atacar con el saque para obtener la victoria. Debemos estabilizar nuestra actuación, especialmente en el bloqueo.

Más tarde apuntó: “Estoy muy complacido con el quehacer de los muchachos. Logramos la segunda victoria. Es verdad que nuestros jugadores acusaron fluctuaciones. No hemos encontrado aún el adecuado punto de la preparación competitiva. Jugamos solamente tres partidos frente a Serbia antes de empezar la competencia.

“Apelamos a todos nuestros jugadores y ejecutamos muchos cambios. Nuestros huéspedes jugaron muy bien. Superarlos en el segundo parcial fue un buen acontecimiento. Ese tipo de juego nos ayuda a desarrollarnos.”