domingo, 13 de diciembre de 2009

Roto el añejo silencio




Tal vez una de las noticias agradables del deporte cubano en este 2009 sea la instauración de la Liga Elite de Balonmano (LEB), clasificación masculina, pues ella propicia la desaparición del añejo silencio de esa disciplina en el contexto deportivo nacional.

En la primera versión del evento participaron cuatro elencos: Occidentales, Capitalinos, Universidad de las Ciencia de la Cultura Física y el Deporte (UCFD) y Orientales. La ronda preliminar del clásico estableció 21 partidos para cada competidor. Luego, los dos elencos de mejores resultados definieron la adquisición de la cima mediante un play off pactado a tres cotejos. Mientras, los restantes pugnaron por la medalla de bronce en un solo cotejo.

Sin dudas, la extensión del evento celebrado en la sala Kid Chocolate permitió a los aficionados valorar la calidad de los principales balonmanistas cubanos; y la posibilidad de enamorarse de ese deporte a aquellos que, por curiosidad, presenciaron una jornada competitiva.

El seleccionado de la Universidad de la Ciencias de la Cultura Física y el Deporte es el primer rey de la competencia que vio la luz con poco ruido. En la postemporada batió al Occidentales 2-0 (49x40, 43x32). Capitalinos obtuvo la medalla de bronce tras perforar en 38 ocasiones la valla oriental cuyos jugadores solo pudieron marcar 27 puntos.

Carlos Carrete, entrenador principal de la selección nacional, dirigió al Capitalinos. No obstante el resultado de sus alumnos accedió a conversar con Bohemia acerca del foro: “La LEB tuvo como principal objetivo desarrollar en casa el nivel competitivo de los muchachos porque, como está demostrado, el entrenamiento es un peldaño inferior a la competencia.

“Con vistas a garantizar fuertes intercambios en todas las jornadas, la comisión técnica confeccionó equipos bastante parejos. Los seleccionados de Occidentales y la UCFD demostraron un magnífico trabajo colectivo. Los primeros basaron su juego en fundamentadas interrelaciones entre los jugadores de la primera y segunda línea y lograron una efectividad ofensiva superior al 68% en casi todos los choques. Los jugadores de la UCFD consiguieron un 65%. Capitalinos y Orientales obtuvieron cerca de un 63 por ciento.

“Occidentales y la UCFD alcanzaron los mejores resultados en la defensa y el cuidado del balón en el ataque y tuvieron menos jugadores excluidos (suspendidos por 2 minutos del encuentro) por cometer duras faltas.”

Durante el certamen se produjeron varios marcadores superiores a los 30 puntos. Carrete discrepa de que éstos fueron el resultado de una mala defensa: “Esa es la anotación habitual en los eventos internacionales. En estos momentos la tendencia para proteger el campo es más abierta, pues los balonmanistas tratan, entre otros detalles, de anticiparse al pase. Esa filosofía implica mayor riesgo, porque cualquier error posibilita una anotación.

“Pero ningún estratega puede renunciar a ese proceder. La mayoría de los jugadores miden por encima de los dos metros y poseen buena técnica y potencia para ejecutar los disparos desde los 12 metros. Marcarlos desde esa distancia provoca que el portero goce de menos eficacia durante todo el desenlace.”

Como en toda competencia la LEB tuvo jugadores distinguidos. Según Carrete los jugadores de campo más sobresalientes fueron Randy Díaz y Franki Carol, de Occidentales; Rayfer Turiño y Joel Cuní (UCFD), y Yordanis Ríos (Capitalinos); y los porteros Alfredo Quintana (CAP), Eurelvis Valdés (OCC) y Ariel Padilla (UCFD). Sobre los primeros cinco apuntó: “Demostraron buen comportamiento a la defensiva, el manejo y dominio del balón, así como alta disposición en cada encuentro. El portero Quintana detuvo, reiteradamente, complejos disparos.”

Además de los miembros de la preselección nacional, 36 balonmanistas juveniles y recién egresados de esa categoría compitieron en el clásico. Algunos de ellos cumplieron un rol protagónico en sus respectivos colectivos. Según precisó Carrete, varios acusaron deficiencias en su técnica y táctica individual y, como es lógico, esas fallas incidieron negativamente en la táctica colectiva. “Por ejemplo, añadió, fueron inconsistentes en el pase y recibo de la pelota. Fallaron en los tiros a puerta debido a la premura. En cuanto a la defensa mostraron una mala posición de base para controlar al rival.”

Tendrá un carácter anual la LEB, es la pregunta más urgente acerca de ese certamen. El técnico aclaró sobre el tema: “Nuestro propósito es mantener el torneo con esa frecuencia, pues nos ha reportado el crecimiento del nivel competitivo de muchos jugadores, así como el incremento del ejercicio de dirección. Trabajaremos para que en el futuro sea más largo.”

En el 2010 los balonmanistas cubanos asistirán al torneo elite panamericano y a los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez, Puerto Rico. Chile acogerá la lid continental que conferirá visados para el campeonato mundial del 2011 señalado para Suecia. Acerca de esas lides Carrete ofreció su vaticinio: “Esperamos obtener una medalla en la justa de la región. Ese resultado nos posibilitará comparecer otra vez al escenario mundialista. En Mayagüez obtendremos la medalla de oro.”

Hasta el 25 de septiembre de este año, los seguidores del balonmano en el archipiélago cubano solamente conocían del quehacer de ese deporte en la Olimpiada Nacional y en los Juegos del Alba. El surgimiento de la Liga Elite (finalizó el 8 de diciembre) los acercó por otra vía a la disciplina. Empero, la verdadera fiesta acontecerá cuando ocupe un espacio el encuentro del país comparecerán conjuntos de todas las provincias. Entonces surgirá una mayor pasión y entrega por el éxito. Así ocurre en torneos prolongados de otros deportes, como son los de béisbol, baloncesto y fútbol.

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