miércoles, 8 de abril de 2009

En conteo regresivo

Por: Abelardo Oviedo

Según transcurre el tiempo de la práctica, aumenta la exigencia del técnico Alberto Zabala sobre las integrantes de la preselección nacional de baloncesto: “Hay que pasar la pelota en el instante preciso…Hay que encestar las tiradas libres. Por esa ineficacia podemos caer en los partidos importantes”, sentencia.

Luego de tres horas de ajetreo sobre el rectángulo del Centro de Entrenamiento Cerro Pelado, el técnico firma una paz temporal con las deportistas que se preparan para intervenir en el pre-mundial Copa de las Américas: “Terminamos. Nos vemos a las tres de la tarde. Descansen…”

Faltan duras jornadas para alcanzar la forma deportiva adecuada con vistas a los topes programados. El estratega comparte con sus asistentes, Eduardo Moya y Judith Abreu, los criterios sobre el rendimiento en los ejercicios.

Entonces comienza el diálogo con BOHEMIA: “El grupo élite del país hace unas semanas quedó en 16 muchachas”, apuntó.

Las noveles Lázara Moisés e Islén Carbonell podrían conformar el equipo que luchará por uno de los tres visados mundialistas en la justa señalada para Brasil.

Sobre esas baloncestitas el entrenador señaló: “Lázara mide 1,92 metros, posee buena técnica; es hábil para desmarcarse y fuerte en la lucha por los rebotes. Muchas adversarias reflexionan sobre la postura de ella en esa faceta. Existen pocas jugadoras centros que, con solo 20 años, desarrollan sus funciones con tanta seguridad.

“Islén es defensa atacadora y muestra las cualidades esenciales para una baloncestista de su posición: agresividad y argumentos técnicos para vencer a su oponente en el cara a cara,” dijo el técnico que dirige a las muchachas desde hace varias temporadas.”

Las cubanas inaugurarán en la capital cubana la temporada internacional con una serie ante un combinado chileno. Luego asistirán al torneo de España en el que participarán Polonia y Francia, colectivos también sin el visado para la justa mundial. La preparación en canchas foráneas incluirá otros intercambios aún sin definir.

Zabala espera que sus discípulas comparezcan a 20 o 25 desafíos antes de la cita del orbe. Acerca de la escuadra abridora indicó: “Aún es temprano para definir a las cinco titulares; pero como ya no contamos con la colaboración de Yaima Boulet (enfermedad) y Yaquelín Plutín (retirada), durante los encuentros de preparación las jugadoras centros serán Klenia Noblet y Marlene Cepeda.

“Ambas jugaron en el preolímpico celebrado en España el pasado año y en el Centrobasket escenificado después en Puerto Rico. Si cada una de ellas garantiza diez puntos y similar cantidad de rebotes, tendremos mayores opciones de triunfo la cita universal programada para la República Checa.”

Cada vez se torna más difícil obtener la clasificación en las citas de América, debido al incremento cualitativo de las plantillas de los elencos. Sin embargo, Zabala está optimista porque confía en el calibre de su equipo: “En el 2008 enfrentamos cinco veces a Brasil y le ganamos en tres oportunidades. Derrotamos a la selección de Argentina cuatro veces en el 2007. En esa misma temporada superamos en tres oportunidades a la de Canadá y en cinco ocasiones a la de Chile. Salimos airosos ante Puerto Rico y República Dominicana en el Centrobasket del 2008 celebrado en la Isla del Encanto.”

El equipo cubano quedó fuera de los Juegos Estivales de Beijing. No obstante, el técnico considera que fue apropiado el comportamiento de sus alumnas en la última temporada olímpica: “En el torneo de exhibición escenificado en la capital de China, solo perdimos con Estados Unidos, campeón olímpico unas semanas después, Australia, subcampeón, y las anfitrionas, cuarto lugar.

“En el preolímpico tuvimos la posibilidad de sobrepasar a Brasil dos veces en las postrimerías del cotejo decisivo, pero no logramos encestar. La despedida de la campaña internacional fue favorable, pues mantuvimos la hegemonía en la subregión con rendimientos elevados.

“Del pre-mundial Copa de las Américas podemos regresar con uno de los tres boletos, porque conocemos a los rivales y tenemos un balance favorable sobre ellos”.

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