Vasta jerarquía olímpica

Abelardo Oviedo
Foto Agustín Borrego

En poco menos de tres meses Santiago Antúnez, el estratega del campeón olímpico vallista Dayron Robles, se convirtió en recordista mundial y campeón olímpico, un espacio todavía esquivo para sus colegas en activo, así como para muchos que enseñaron los secretos del deporte rey.

Las ciudades de Osaka, Ostrava y Beijing permanecerán siempre en su memoria. En la primera sufrió un fracaso. En las otras, la consecución de un incalculable alcance profesional.

El villaclareño, oriundo del poblado de Ranchuelo, figura entre los técnicos sobresalientes a escala universal. Desde los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, uno de sus alumnos compite en la final de los 110 meros con vallas de esa máxima fiesta deportiva cuatrienal.

En la Ciudad Condal fueron Odalys Admas y Emilio Valle; en Atlanta, Estados Unidos, intervinieron Emilio Valle y Eric Batle; Anier García logró una actuación similar a la de Dayron en la nación asiática en Sydney, Australia, en el 2000; y llegó en tercer lugar en Atenas, Grecia, en el 2004.

¿Cómo lograste que Dayron saliera de los incómodos momentos que vivió tras el resultado del mundial de Osaka?

“Fue una situación dura para ambos, pero le apoyé y demostré mi confianza. Después de esa carrera se sintió muy defraudado y hasta lloró, porque sabía que haciendo una buena carrera podía ser medallista pues ya había competido con todos los rivales presentes.
“Al otro día hablé con él y le reiteré que yo también quería esa medalla, pero que en ese instante debíamos aceptar que en el deporte existían reglas invulnerables, como son la maestría y el tiempo de estancia en el máximo nivel competitivo.

“Revisamos sus resultados y vimos que, aunque había sobrepasado los límites de sus marcas de acuerdo a su edad, aún le faltaba mejorar algunos aspectos técnicos. En esa temporada compitió en 27 lides antes del evento del orbe. Logró un promedio 13,24 y su mejor marca con 13,11. Esos rendimientos son excelentes para un atleta de su edad y para proponerse alcanzar elevadas metas en unos Juegos Olímpicos.

“Después de esa conversación se sintió más tranquilo y seguro. En seguida declaró: Profe confíe en mí. No me van a ganar más. Así sucedió. Superó a todos sus adversarios en el Gran Prix Final con 12,92; y en Shangai, China, la última competencia de la temporada, venció a Liu Xian con 13,01 segundos”.

¿Cuál es la evaluación de Dayron en el cuatrienio?

“En el cuatrienio me propuse, ente otros aspectos, descubrir hasta dónde podían llegar las potencialidades de Dayron y, de esa forma, entrenarlo para conseguir una mejor optimización de sus capacidades motoras. En los años 2005 y 2006 observé que no terminaba las carreras cansado; se desplazaba fácilmente y hacía buenos tiempos. En 2007 quise corroborar lo apreciado en los entrenamientos y competencias. Utilicé una parte del aplicado a Anier García para los Juegos Olímpicos de Sydney; y lo asimiló, de acuerdo a su edad y características.

“Enseguida intercambié con nuestro grupo de trabajo conformado por el doctor Ricardo Pérez, la psicóloga Maritza González y el fisioterapeuta Jossue Barrios; y coincidimos en buscar un grupo de pruebas y mediciones que proporcionarán todos los indicadores sobre las fortalezas de Dayron, para realizar una ejercitación netamente intensivo en el 2008.

“Durante una estancia de preparación en Villa Clara se le efectuó un estudio en el iris de los ojos en la Facultad de Medicina, por parte de un grupo de especialistas encabezados por Lunielsy Estévez.

“Tras un test efectuado en mayo, inicio del segundo macro de entrenamiento, el doctor Pérez, me advirtió que rompería el record del mundo. Ese veredicto me ofreció mayor seguridad; y por eso cuando se ratificó ese pronóstico ya estábamos algo preparados. El día que un alumno llega a esa posición uno se siente muy feliz, porque confirma que fue correcta la planificación del trabajo”.

¿Qué hablaron antes de las carreras de Ostrava y Beijing? ¿Apostaron a esos triunfos antes de que ocurrieran, o tenían dudas?

“Dayron participaba en los análisis de la preparación y por eso tenía seguridad de la realidad. Durante el calentamiento en Ostrava me dijo: Me siento bien. ¿Cómo usted cree que corra hoy? Le respondí: Aquí tenemos un compromiso, pues el año pasado lucimos muy mal por obtener el cuarto lugar; si hoy te sientes bien, comenzaremos a demostrarle al mundo”.

“En Beijing conversamos y le recordé: “Aquí se define todo el trabajo de cuatro años; la lluvia impedirá un poco que muestres tu verdadera forma deportiva, pero lo importante es obtener la medalla. En las fases eliminatorias corriste muy inteligente, para evitar un accidente. Hoy es para ganar la medalla para Cuba. Así lo hizo y llegó en 12,93 segundos. ¿Imagínate si la pista hubiese estado seca”.

¿Cómo caracterizarías a Dayron fuera del ámbito deportivo?

“No obstante sus 22 años ha tenido que madurar muy rápido en su forma de pensar, así como para mantener un nivel de conducta y responsabilidad. Le gusta la música, la computación. Respeta mucho a su familia. No puede estar en el exterior sin saber de ellos. Presta mucha atención a lo que hablamos, no solo de carácter deportivo. Siempre está interesado por superarse”.

Dayron declaró en Europa que espera ser longevo en los resultados por debajo de 13 segundos. ¿Qué se proponen ustedes para Londres, en el 2012?

“Hemos hablado sobre ese tema. No es solo que baje de 13,00 seg. (si es así, mucho mejor). El norteamericano Allen Johnson nos dijo que competirá en el 2009. Dayron le comentó que le gustaría tener una permanencia competitiva similar a la de él. Me gustaría que ello sucediera, pero reconozco que ese objetivo se alcanza con un sustancial acercamiento a la perfección técnica. Cualquier entrenador sentiría satisfisfacción; yo también valoro mi trabajo por la estabilidad en el alto nivel mundial que por un gran resultado en un ciclo olímpico.

“En Londres debemos alcanzar de nuevo la medalla de oro, pero con récord olímpico. Así lograré mi sueño de poseer tres líderes en ese escenario”.

Estados Unidos ha ganado 18 de los 26 títulos disputados en los Juegos Olímpicos. Los otros entrenadores cuyos alumnos han socavado esa dinastía son Earl Thompson (CAN-1928), Sydney Atkinson (RSA-1928), Guy Drut (1976-FRA), Tomas Munkelt (1980-RDA), Mark Mckoy (1992-CAN) y Liu Xiang (CHI-2004). El binomio Antúnez-Robles amenazará de nuevo seriamente esa hegemonía en la próxima versión del magno espectáculo deportivo. Las apreciaciones de los analistas indican que podrá sobrevolar otra vez ese obstáculo.