domingo, 13 de abril de 2008

Sobre la arena no hay milagros


Abelardo Oviedo
Foto Cortesía de la FIVB

El protocolo en el circuito mundial de voleibol de playa sigue invariable. La presentación de los duelos es casi de forma lapidaria: ¡De Cuba!: Crespo y Estévez.

Al instante de terminar esa frase, las mulatas cubanas deben salir al escenario competitivo y saludar al público. Luego de ese breve ritual comienza una dura batalla porque, además, el contenido del rectángulo de juego es arena. Y tras una hora de brega sufre la planta de los pies sobre ese tipo de superficie.

Fuera del campo de juego, estimado lector, ellas también harían claudicar a cualquier mortal. Sus figuras podrían ser envidiadas hasta por las modelos que trabajan para los grandes especialistas de la moda.

Usualmente los binomios se forman por, entre otros detalles, simpatías. ¿A qué cualidad responde el de ustedes?

“A un accidente. En el 2002 se realizó un torneo pero las parejas no eran las habituales. Dalixia Fernández fue pareja con Yoselín Roque y Milagros con Tamara Larrea. Dio resultado; pero como Dalixia y Tamara habían asistido a los Juegos Olímpicos de Sydney conservaron esa unión.
“En el 2003 sucedió algo similar. Luego de un torneo denominado Rey de la Arena nos integramos porque ganamos muchos partidos”.

Los comentarios sobre las temporadas siempre suelen ser triunfalistas. ¿Cómo enfocan ustedes sus realizaciones en esos segmentos?

“En la primera campaña Imara, que venía de la especialidad de sala, tomó visión internacional. Al principio nos fue mal; luego, mejor y saltamos del lugar 39 al 29 del ranking mundial.
“Al año siguiente, el olímpico, queríamos conquistar el sueño de ser una de las parejas en puga por el título en Atenas. Quedamos en el peldaño 28 de la lista universal, pero nos convencimos de que teníamos capacidad técnica para enfrentar los retos.

“El 2005 fue un año destinado a la ratificación de espacio... y lo conseguimos. Es cierto que en el 2006 encontramos una barrera en las noruegas Hakedal-Torlen porque cometíamos faltas técnicas en los partidos y ellas nunca perdonaron esas situaciones.

“En la temporada preolímpica esas europeas constituyeron una barrera infranqueable. Sin embargo, las tres parejas chinas fueron difíciles tanto para nosotras como para otros dúos, porque son muy técnicas.

Desde el próximo 26 de abril comenzarán en el circuito mundial. Será mucho más importante el debate esta vez, porque el periodo clasificatorio para los Juegos Estivales se extiende entre el 1º de enero de 2007 al 20 de julio de 2008, con 24 vacantes disponibles para cada género.
El 21 de julio de 2007, la FIVB establecerá un Ranking Olímpico basado en las ocho mejores actuaciones de equipos en Torneos Clasificatorios Olímpicos reconocidos (torneos del Circuito Mundial SWATCH FIVB, Campeonatos Mundiales SWATCH FIVB, finales de Campeonatos Continentales reconocidas por la FIVB).

“Tenemos opciones de asistir las cuatro, porque estamos entre las quince primeras de ranking olímpico y nos proponemos alcanzar, especialmente, buenas actuaciones en los Grand Slam.
China, por su condición de anfitrión estará en el certamen. Los mejores 23 equipos de cada género clasificarán para Beijing, sujetos a un máximo de dos equipos por país.

“La obtención del visado para China está en nuestras manos. Sobre la arena no hay milagros. Tenemos la fuerza de un as de corazón para adjudicarnos esa meta. No pensamos en la reglamentación de la competencia.

“Y en Beijing seguiremos manteniendo el diálogo amistoso con las brasileñas, elencos muy reconocidos mundialmente, pero allí demostraremos también que somos mujeres sobre la arena… y no de arena”.

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