Abelardo Oviedo
Foto Ángel Yu
No obstante estar cerrado el sambódromo de Río de Janeiro, la populosa urbe carioca vivió momentos similares a los del carnaval por la celebración de los XV Juegos Deportivos Panamericanos.
Como se esperaba, en la antigua capital de Brasil los deportistas cubanos dejaron otra vez su leyenda, tanto en el polígono como en los escenarios techados, el campo, la pista, la alberca, el tapiz, la cancha y el canal acuático. Y, así, en dura porfía con los anfitriones, conquistaron el objetivo de refrendar el segundo lugar por naciones de la fiesta deportiva cuatrienal con 59 títulos, 35 vicecampeonatos y 41 medallas de bronce.
Sin dudas, el entorno deportivo continental es muy diferente, porque es superior el nivel competitivo. Por eso, con nuevas enseñanzas y experiencias regresaron a sus terruños los competidores, sus estrategas y los directivos de las naciones inmersas en el encuentro que se extendió por espacio de dos semanas; y que se reanudará en el 2011 en la ciudad mexicana de Guadalajara.
Un espectáculo memorable, auténticamente carnavalesco, selló la cita atlética número quince de los jóvenes del hemisferio occidental. Los huéspedes valoraron esa gentileza y, antes de marcharse del legendario estadio de fútbol Maracaná, dijeron en el portugués que aprendieron durante la estancia: Obrigado Río.
Como se esperaba, en la antigua capital de Brasil los deportistas cubanos dejaron otra vez su leyenda, tanto en el polígono como en los escenarios techados, el campo, la pista, la alberca, el tapiz, la cancha y el canal acuático. Y, así, en dura porfía con los anfitriones, conquistaron el objetivo de refrendar el segundo lugar por naciones de la fiesta deportiva cuatrienal con 59 títulos, 35 vicecampeonatos y 41 medallas de bronce.
Sin dudas, el entorno deportivo continental es muy diferente, porque es superior el nivel competitivo. Por eso, con nuevas enseñanzas y experiencias regresaron a sus terruños los competidores, sus estrategas y los directivos de las naciones inmersas en el encuentro que se extendió por espacio de dos semanas; y que se reanudará en el 2011 en la ciudad mexicana de Guadalajara.
Un espectáculo memorable, auténticamente carnavalesco, selló la cita atlética número quince de los jóvenes del hemisferio occidental. Los huéspedes valoraron esa gentileza y, antes de marcharse del legendario estadio de fútbol Maracaná, dijeron en el portugués que aprendieron durante la estancia: Obrigado Río.
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